Daniel Richter lleva al CAC Málaga su visión de la realidad en su primera exposición en España. La muestra recorre la trayectoria del pintor alemán de 1995 a 2006 a través de 44 óleos que resumen su evolución desde la abstracción hasta la figuración. El autor se apoya en la crítica social, histórica y política como base de su obra.
Lo suyo es un juego de ambigüedades. Más bien un puzle en el que deja que el espectador sea el que interprete. Al fin y al cabo, se limita a mostrar lo que ve cuando mira la realidad y lo que ésta le devuelve. Así es al menos como entiende su obra Daniel Richter, lo poco que describe de ella, porque ni él mismo «podría explicarla». Ahora, la 'pelota' está en el tejado del público, que por primera vez en España puede compartir la mirada del artista alemán en el CAC Málaga hasta el próximo 13 de julio.
En total, 44 óleos, algunos inéditos, que repasan en esta retrospectiva las pinturas más representativas realizadas por el autor entre 1995 y 2006. Un recorrido desde la abstracción de sus primeras obras, con colores brillantes y un estilo más tendente a la psicodelia, hasta la figuración de los últimos años, con el ser humano como protagonista.
Tampoco ha sido algo buscado. No le importa mucho el estilo. «Todo es arte», aseguró ayer un desenfadado Richter, que comenzó su carrera como grafista e ilustrador de revistas de música punk.
Simplemente, su evolución obedece a una «consecuencia lógica». La de responder a la demanda del público. «Me di cuenta de que se involucraba más y entendía más mi obra desde la figuración», reconoció Richter, considerado uno de los principales exponentes del arte contemporáneo alemán.
Su único fin es que llegue. Y, para ello, le da a su trabajo una dimensión tanto política como social e histórica. De hecho, según comentó Richter, el arte que más le ha impresionado es el del siglo XIX. Tanto es así que hay quien califica su producción como el renacimiento de la pintura histórica. Los grandes maestros le sirven de inspiración. Eso sí, el autor alemán le da su toque.
A diferencia de aquellos, lo suyo es mucho más ambiguo. También nutrido con influencias de la cultura pop, el cómic, el cine o los medios de comunicación, de donde toma impulso para plasmar las amenazas a las que se ve sometido el ser humano. Además, como destacó el director del CAC Málaga, Fernando Francés, el hilo conductor es la crítica. A su juicio, la obra de Richter es una «llamada de atención sobre un mundo contemporáneo con más sombras que luces». No en vano, el pesimismo envuelve buena parte de los óleos de esta exposición, patrocinada por Bancaja y organizada en colaboración con dos museos de La Haya y Hamburgo.
Prestigio internacional
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Su próxima escala será Estados Unidos. Y es que la obra de Richter ha recorrido ya medio mundo, formando parte de las colecciones públicas más prestigiosas, como The Saatchi Gallery de Londres o la de la antigua República Federal Alemana. Y todo gracias, sobre todo, a uno de sus temas fetiche: el fracaso de la utopía moderna, sin olvidar asuntos candentes como la inmigración o la violencia.
Prueba de ello es el gran 'Fool on a hill' que da la bienvenida a la muestra o el peculiar 'Eslogan solitario', cuadro en el que la figura de un rebelde sin causa -reza en su chaqueta 'Que se joda la policía'- plasma la desconfianza hacia la autoridad pública. «Sólo trato de que la pintura esté a la altura de cualquier medio de comunicación o cualquier obra literaria, que sea parte de la realidad», admitió.
En la misma línea, el CAC Málaga prepara para otoño una exposición de Matthias Weischer. Además, el centro acaba de firmar un acuerdo con un coleccionista alemán con sede en Marbella para la aportación de fondos alemanes.
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