El próximo curso está previsto que la Facultad de Derecho de la Universidad de Sevilla se traslade a las nuevas instalaciones en la Cros Pirotecnia, por lo que quedará libre buena parte de su actual sede, la antigua Fábrica de Tabacos.
Ese es el punto de partida de un proyecto de gran envergadura que varios delegados municipales están impulsando y que han llegado a comentar de manera informal al alcalde, sin que Alfredo Sánchez Monteseirín haya frenado la iniciativa, en la que estarían implicadas de diferente forma instituciones tan distintas como la Universidad, la Audiencia Provincial, la Junta de Andalucía y la Delegación del Gobierno en Andalucía.
El eje de todo el proyecto es convertir uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, la antigua Fábrica de Tabacos, en un gran museo de referencia mundial, el «Louvre» sevillano.
Se trataría de instalar aquí el Museo de Bellas Artes de Sevilla -que actualmente busca espacio para su ampliación en la calle Alfonso XII-. No sería su único contenido, ya que también a este inmueble podrían llevarse los contenidos de los cercanos Museos Arqueológico y de Artes y Costumbres Populares -actualmente situados en la Plaza de América del Parque de María Luisa y pendientes de importantes restauraciones-. Tampoco el edificio abandonaría su carácter universitario, ya que en su interior podría acoger tanto la Facultad de Historia como el Rectorado de la Universidad de Sevilla, ambos ya allí.
Este edificio se convertiría en el gran referente de la «milla de oro» artístico-cultural de la ciudad, en un proyecto que incluiría edificios ya existentes, como el cercano Casino de la Exposición-Teatro Lope de Vega, y la Biblioteca Infanta Elena, junto a dos edificios por reconvertir: el edificio de la Audiencia Provincial y la Plaza de España, y otros dos por construir: la nueva biblioteca prevista al otro extremo del Prado de San Sebastián y el edificio municipal.. El proyecto quedaría enmarcado por el Palacio de San Telmo, los recuperados Muelles de Nueva York y Delicias y el Parque de María Luisa.
Otra de las grandes novedades del proyecto sería el posible cambio de uso de la Plaza de España. La iniciativa de los delegados municipales pasaría por convertir estas instalaciones en un gran hotel de cinco estrellas. Para ello se podría utilizar la fórmula de una concesión como la que actualmente tiene el Hotel Alfonso XIII, también de propiedad pública pero gestionado por la cadena Westin. El proyecto lógicamente no afectaría a la plaza, y sí al uso del edificio. Y es que los responsables municipales consideran que se trata de un inmueble desaprovechado que actualmente solo acoge la sede de la Delegación del Gobierno, así como diversas oficinas del Estado -Inspección de Trabajo o Atención a los Inmigrantes-, dependencias que podrían trasladarse al Prado.
Y es que otra de las patas de ese complejo puzzle la forma el edificio de los Juzgados y la Audiencia. Las dependencias judiciales deberían trasladarse en los próximos años a la proyectada Ciudad de la Justicia, en Blas Infante, lo que liberaría esos edificios.
Desde el punto de vista urbanístico, el sueño municipal se remataría con el soterramiento de la ronda histórica a su paso por el Prado, de manera que la actual avenida del Cid y la de María Luisa quedaran como un gran paseo peatonal, «al estilo de las Tullerías de París», mientras que la calle San Fernando también quedará como peatonal y con el tranvía o Metrocentro que lo unirá con la Plaza Nueva.
En cuanto a la actual sede del Museo de Bellas Artes, los responsables municipales también tienen su propia propuesta: convertirlo en un Museo de Interpretación de la Semana Santa de Sevilla, para el que alguna hermandad se ha ofrecido a tener todo el año su paso de misterio sin las imágenes titulares.
Pero eso forma parte de ya de otro sueño…
ABC SEVILLA // JOSÉ LUIS LOSA