Diálogos con Gran Poder, de David López Panea

David López Panea

Una remontada desde la emboscadura, un diálogo entre las formas y los modelos de representación, un claro en la espesura supone este encuentro con el arte y el pensamiento a través de esta experiencia pictórica de arrimarse manchando.

Acto de sacrificio, ritual ante una realidad inconmensurable, ofrenda iniciativa que persigue obstinadamente las estructuras implícitas del paisaje. El sujeto creador va trabando una senda ascendente hacía la cumbre. Expone el hecho en sí, (con)penetrado por el gran poder, al modo de los místicos leídos por Valente: del motivo como ascesis, escalada en la identificación.

Entre el paisaje y nosotros, una relación de gusto, intromisión o introversión, como los paladares que tratan de captar los matices del plato, el sujeto creador discrimina la orografía. Lo permanente parece inmutable, está presente en cambio las variables circunstanciales del proceso, del contexto local.

Texturas en las que gravita una atmósfera indeterminada, un tiempo detenido, recreado en una gama grisacea, atemperada, sucia. La launa – mineral abundante de la zona almeriense- viene del árabe que significa color, se ve en el aire seco, en los meandros desprendidos de los barrancos. Las terrazas o paratas despliegan sobre la montaña mágicas sombras; la mirada se concentra y nos devuelve un relieve esquema intuitivo. Caras de laderas contrapuestas que construyen espacios vivos en nuestra percepción inmanente, recurrente material memoria de un paisaje superexpresivo.

Nos encontramos frente a una realidad multiforme, aparentemente inmóvil, variable en su  concepción artística. El asunto es tomar la decisión de enfrentarse a darle forma al caos, lo realmente jodido es sufrir variaciones cara al lienzo, de cara al paisaje: cómo la mente se ve penetrada por una mancha crítica – prevéase plactum pictoris- que evoca unas cualidades simbólicas implícitas.

Presencia eminente del logos; las fuerzas reveladoras de la physis; representación sígnica de los motivos sujetos al enfoque de los relieves, sucesiones cromáticas en donde se adivinan el esqueleto dibujo de los trazos, pliegues y derivas intuitivas; arterias agrícolas proyectadas sobre una escala elemental y desoladora del paisaje interior, canales que se precipitan y descansan sobre la base del lienzo…adscripción local de un territorio que le construye y nos afecta.

David López Panea

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