Carece de importancia. Miguel Angel Tornero. Sala de eStar

Texto_Secundino Hernández. Madrid, enero 2003

CARECE DE IMPORTANCIA
Cuando conocí a Miguel en Italia pasábamos horas en los trenes viajando por todo el país jugando a los enigmas. Yo nunca había jugado a esto de los enigmas. Después de un breve enunciado solo cabía la posibilidad de obtener como respuesta: si, no o carece de importancia. Yo preguntaba y el me contestaba…

LA VIDA INTERIOR HOY
El arte no debe ofrecer más imágenes dispersas sino maneras de relación con el entorno. Secuencias en las que la inteligencia intenta imaginar su imbricación con el mundo de forma activa. Las imágenes de Miguel ángel parecen contener un enigma, una pregunta, pero dudo si estas tienen repuesta o no. Tal vez nunca revelen su sentido y la incertidumbre que se respira en sus ambientes se traslada sin resolver a nosotros para continuar flotando en nuestras mentes. Una reorganización del entorno supone una reorganización de la vida. Reconocerse en la modificación e interpretación de un entorno, un signo de inteligencia y de vida.

NO ES FáCIL TENER UN PATIO DE BUTACAS EN FRENTE DE LA CAMA
De Chirico decía en una ocasión que había momentos en los que todo le parecía enfermo, convaleciente, se le empapaban los espacios de melancolía… qué le iba a hacer.

LO QUE PUEDE SER
Se nos revela como misterioso e incluso amenazador aquello que habíamos tenido por absolutamente familiar. La realidad ahora se ve transfigurada en un sueño perpetuo en el que el sujeto está perpetuamente ausente, en un escenario en el que nada acontece. Bajo ese tranquilizador aspecto de la realidad de todos los días aparece un sesgo de incomodidad, de desubicación. En las fotografías de Miguel las figuras parecen emerger en ocasiones del vacío, como en el realismo mágico de Franz Roh convirtiéndose en un objeto estéril. Otras permanecen ahí impasibles ante la mirada escrutadora del observador, tumbadas, viendo la tele, besándose…. Quien conoce a Miguel, sabe que cualquier persona o lugar está a merced de su mirada, pasando a un archivo fotográfico que luego sintetiza con el ordenador. De esta manera establece nuevas relaciones con las cosas -que es de lo que se trata- entrecruzando personajes y lugares en diferentes niveles temporales. Bedmar de noche , Lola, el salón de su casa, Jakob, la novia del Salva, las afueras de Baeza, el Cuni… todos en una sola de sus imágenes. La historia surge y el espectador concluye.

SUITES, ENIGMAS…
Yo veo una posible nostalgia contenida, pero no caigamos en la sobreinterpretación. Miguel sabe que el silencio es un elemento de capacidad comunicativa y que en estos lugares que el crea conviene saberlo. Aparecen escenarios que se asemejan mas a decorados que a hogares habitables. Puede que incluso sean recorridos por la angustia o que como decorados oculten algo que no debería ser descubierto jamás, pero por alguna razón aún por descubrir, ese algo se ha colado por los resquicios de nuestra habitación…o del alma.