El «nuevo» Bellas Artes sacará a la luz obras de Sorolla, Zuloaga, Villegas y Bilbao

Museo de Bellas Artes de Sevilla. Foto añadida por webmaster

El pasado lunes la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, anunció en Sevilla que el proyecto de rehabilitación y ampliación del Museo de Bellas Artes de Sevilla saldrá a concurso a principios de 2010. Así se ha culminado un largo proceso que estaba sobre la mesa desde hace más de diez años y que permitirá en pocos años sacar desde los almacenes del museo obras de Sorolla, Zuloaga, Villegas y Gonzalo de Bilbao, entre otros.

Hace ya cuatro años la Consejería de Cultura encargó al Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (Iaph) un estudio de viabilidad de ampliación del Museo de Bellas Artes, en donde ya se apuntaba la solución más viable para el crecimiento de esta pinacoteca: Adaptar dos grandes edificios céntricos que actualmente están sin usar, el Palacio de Monsalves y la antigua Biblioteca Pública de la calle Alfonso XII, como salida natural para albergar las valiosas colecciones de los siglos XIX y XX que posee este centro.
Monsalves, 6.912 metros

En 2007 la Junta presentó un plan museológico para el futuro Museo de Bellas Artes, centro de titularidad estatal y de gestión autonómica. A los 7.775 metros cuadrados del antiguo Convento de la Merced se sumarán los 6.912 metros cuadrados -691 metros cuadrados útiles sobre y bajo rasante respectivamente- del Palacio de Monsalves. Según se establecía en dicho plan, la plantilla pasará de los 67 puestos de trabajo de la actual pinacoteca a entre 110 y 120, una vez que las colecciones del Bellas Artes se repartan entre ambos edificios. La ampliación permitirá igualmente que se supere una de las lacras que poseía el actual Bellas Artes, conseguir más espacio para las exposiciones temporales, algo que es fundamental para que Sevilla acoja en un futuro grandes exposiciones que vengan de otros museos del mundo.

Más servicios

Con la ampliación del Bellas Artes se pretende también aumentar los servicios del museo, creándose un taller de restauración que ocupará una superficie aproximada de 700 metros cuadrados. También se reservarán 300 metros cuadrados a usos comerciales, oficinas y despachos técnicos. Estas dependencias técnicas estarán situadas en la planta superior de Monsalves y en la entreplanta del Convento de la Merced.

Según este plan museológico del Bellas Artes, la Merced pasará a tener un total de 3.380 metros cuadrados para mostrar pintura y escultura, 700 metros más que ahora.

Tras la ampliación, la planta baja de la Merced se dedicará íntegramente a exposición permanente del siglo XV al XVII, la entreplanta tendrá uso administrativo, y la planta superior mostrará la colección permanentemente desde Murillo al XVIII.

Como estipulaba el estudio de viabilidad de la Junta, en la planta baja del Palacio de Monsalves habrá una sala de exposición temporal, otra de exposición permanente y zonas de servicio al público y servicios culturales. En la segunda planta habrá también salas de exposición temporal y permanente, al igual que servicios culturales. Finalmente, la planta segunda se dedicará a biblioteca y salas de consulta, zonas de gestión y conservación, difusión y didáctica, talleres y almacenes.

Otros formatos

La conexión entre la planta primera con el edificio de la antigua Biblioteca Pública permitirá disponer de los metros lineales demandados (300) y de salas con características dimensionales capaces de acoger otros montajes museográficos y formatos artísticos que no tenían cabida en la sala de exposición temporal del Convento de la Merced. La disponibilidad volumétrica de la antigua biblioteca podría acoger en ese espacio un salón de actos con una capacidad para 200 personas, o determinados talleres de restauración.

En este proyecto de ampliación del Bellas Artes ha trabajado un amplio equipo de personas, entre las que se encuentra el director general de Museos y Arte Emergente, Pablo Suárez. Éste señala que «tanto la Junta de Andalucía, como el Ministerio de Cultura como los ciudadanos queremos un museo de hoy en donde prevalezca la calidad de las visitas». En ese sentido añade que «no sólo deseamos que se pueda apreciar el patrimonio de nuestras colecciones, sino que también haya talleres didácticos, servicios sociales, biblioteca, cafeterías y zonas con las más altas tecnologías». Preguntado por los plazos y por los presupuestos que destinará el Ministerio en este proyecto, dice que «no hay nada concretado, pero los plazos de materialización se determinarán según el proyecto de los arquitectos. Cuando ellos digan lo que cuesta este proyecto, entonces hablaremos de un presupuesto».

Otro de los asuntos pendientes que quedan por ver es si el edificio del Convento de la Merced tendrá que cerrar al público cuando se inicien sus obras para acondicionarlo. Ante este planteamiento Pablo Suárez señala que «la consejera de Cultura, Rosa Torres, siempre alude a una frase, la de abierto por obras. Los arquitectos tendrán que determinar si se cierra o no el museo, pero la idea de la consejera es que el Museo nunca se cierre».

Exposiciones temporales

Una deuda pendiente que tenía el Bellas Artes era sus salas de exposiciones temporales, que se verán ampliadas notablemente con este proyecto. En todo caso, Pablo Suárez comenta que «éstas no sólo se acondicionarán para acoger grandes exposiciones internacionales, sino que apostaremos mucho por potenciar nuestros propios fondos». En ese sentido alude a la muestra «El joven Murillo»: «Es difícil que otro lugar haya organizado una exposición con tantos murillos de fuera, a los que hay que añadir la valiosa colección que nosotros tenemos de él en el Museo de Bellas Artes».

 

29-11-2009

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