En su nueva exposición, La Carretera, el artista almeriense ofrece sus últimas creaciones que, si bien formalmente respetan su particular universo de mundos superpuestos marcados por colores muy planos y primarios, ofrecen un discurso creativo bien distinto respecto a la también reciente exposición que protagonizó en La Caja China de Sevilla el pasado mes de noviembre y que bajo el título de A la calle reflexionaba sobre el aislamiento humano como fuente de placer en las sociedades occidentales desarrolladas. Por el contrario, las 15 obras entre óleos y acuarelas en distintos formatos que componen su más reciente producción ensalzan la idea de libertad y sociabilidad.
A juicio de Lacalle, la carretera, este elemento asfaltado por el que discurren nuestras vidas, es símbolo de la huida.
"La huida de la pintura, la recurrente desaparición de la imagen pintada. Así resuelta con una extrema representación de la misma. Color e imagen exagerados al límite para irónicamente contar una historia de supervivencia donde el paisaje está poblado por merodeadores y viajeros", explica Lacalle sobre la exposición.
"Tomando la carretera puedes reconstruirte, olvidar el pasado y simbólicamente suicidarte para resucitar; más prosaicamente se trata de una huida. Hay dos novelas que hablan de ese espacio mitologizado. La primera es On the road de Jack Kerouac. La segunda es The road de Cormac McCarthy. La novela de Keruac es un canto a la libertad. Es la búsqueda espiritual de Walt Whitman. Keruac le da a la carretera la condición de vertebrador de un ideal de libertad. Los protagonistas buscan algo que ellos llaman eso. Por el contrario los protagonistas de C. McCarthy viajan por una cicatriz. Son espectros de Quijote y Sancho. Son dos personajes pos-americanos recorriendo hacia el sur un paisaje de Hobbes. La carretera se convierte en un sendero anacrónico", concluye Lacalle.
Galería alfredo viñas (denis belgrano, 19-1º). de 11.00 a 13.30 y de 18.00 a 21.00.
SERGIO MELLADO – Málaga – 06/10/2009
www.elpais.com