Un sevillano en Francia. REPORTAJE, (Manuel Salinas).

Manuel Salinas (Sevilla, 1940)

Manuel Salinas (Sevilla, 1940), uno de los grandes de la abstracción española, tiene claro, tras 45 años de oficio, que lo que importa en pintura es "la fuerza", la expresividad. Todo lo demás, la temática, los mensajes, son, en su opinión, "secundarios". Quizá por eso es parco en palabras cuando se le pregunta por el trasfondo de la exposición que resume en Anglet (Francia) veinte años de su trayectoria a través de 60 piezas, entre óleos sobre tela y obras hechas en técnicas mixtas sobre papel.

"Valoro la pintura de todas las épocas, pero la disfruto sin darme cuenta de lo que estoy viendo", indica. "Me parece lamentable que el pintor tenga que explicar su cuadro: debe ser un golpe de fuerza y punto. Creo que no se debe desvelar la intencionalidad ni mucho menos el mensaje". Sus pinturas ni siquiera tienen título. Salinas, conocido desde la década de los ochenta por su expresionismo colorista, inauguró el pasado viernes esta muestra en la que "indaga sobre lo constructivo y lo expresivo", según el comisario, Francisco del Río. Pasó por la Villa Beatrix Enea (Rue Albert le Bariller), donde se exhiben "obras de lectura más rápida" y por la galería Georges-Pompidou (situada en la misma calle), que muestra las piezas de mayores dimensiones. Todas tienen en común su colorismo, su fuerza expresiva y la presencia de formas geométricas dentro de la abstracción. "Me interesa mucho la arquitectura y las estructuras geométricas rotundas. Me obsesiona ir dando cada vez más fuerza al cuadro", confiesa.

La exposición de Anglet, que puede verse hasta el 4 de septiembre, ha servido a Manuel Salinas para situarse frente a veinte años de trabajo y "ordenar" su "mente". Ha participado en la selección de obras y en su disposición espacial, lo que cree que probablemente influirá a partir de ahora en su trabajo.

El artista realizó su primera exposición en 1962 en La Rábida (Huelva). Allí presentó fundamentalmente retratos y paisajes urbanos, los temas recurrentes de sus inicios, porque Salinas dio sus primeros pasos en el marco de la figuración. "Es el típico comienzo de todos los pintores", dice. "Luego llega el buceo hasta que uno ya está seguro de lo que hace y desemboca en la abstracción" No fue hasta 1974 cuando mostró en Bogotá sus primeros cuadros no figurativos y empezó así a abrirse camino hasta lo que es hoy con mucha disciplina. "El pintor debe vivir aislado y trabajando", afirmó una vez, para encontrar ese color que busca, esa composición que da vigor a una obra de arte.

La exposición de Salinas, organizada por la Dirección General de Relaciones Culturales del Ministerio de Asuntos Exteriores y la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior, forma parte del programa de Arte español para el exterior que muestra en otros países desde febrero de 2003 la obra de artistas como Jorge Oteiza, Antonio Saura, Eduardo Arroyo, Martín Chirino, Manuel Rivera o Carmen Laffón. La de Anglet es su quinta parada; la próxima será en Salónica (Grecia).

M. MARÍN – San Sebastián – 01/07/2004 

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