La renuncia de Juana de Aizpuru como directora-gerente de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (Biacs), de la que ha sido fundadora y «alma mater», deja vía libre al camino diseñado en los últimos meses por la comisión ejecutiva de este organismo para que las instituciones entren a formar parte de la gestión de la misma a cambio de aportar la mitad del presupuesto total, cifrado en unos 2,5 millones de euros.
La hasta ayer directora gerente, que se encontraba en Madrid, no quiso hacer declaraciones a ABC y se remitió a la breve carta enviada el pasado martes al secretario de la Fundación Biacs, Fernando González de la Peña, en la que asegura: «A través de estas líneas presento mi dimisión irrevocable como directora gerente de la Fundación Biacs, cargo que desempeño desde su creación, por estar en completo desacuerdo con el presidente y parte de la comisión ejecutiva respecto de cómo están realizando las gestiones y adquiriendo compromisos de diversa consideración, de los cuales me tengo que enterar por los periódicos, ya que no han sido tomados en ninguna reunión de la comisión ejecutiva ni del Patronato de esta Fundación». La carta termina diciendo: «Le ruego que tenga la amabilidad de hacer llegar mi decisión a todos los miembros de la comisión ejecutiva y del Patronato».
El abandono de las responsabilidades gerenciales para asumir las exclusivamente artísticas se había pactado, «o se estaba pactando», según fuentes de la Biacs, para hacerlo de una forma «ordenada y tranquila» que no dañase la imagen de la Bienal. De hecho, la propia galerista lo confirmó el pasado viernes a ABC, tras una reunión de la comisión ejecutiva, en la que se volvió a plantear esa cuestión, declarándose «contenta» de dar ese paso y «no tener que firmar las nóminas de los empleados», entre otras cosas. Aunque añadía que «aún no estaba cerrado y podrían pasar varios meses, incluso un año, en nombrar un nuevo gerente».
Nuevo organigrama
Sin embargo, su salida parece acelerarse el lunes, cuando ABC publicó la propuesta de nuevo organigrama de la Biacs y el ofrecimiento realizado tanto al Ayuntamiento de Sevilla como a la Junta de Andalucía para ocupar puestos relevantes en ese modelo de gestión, en caso de que ambas instituciones quieran comprometerse económicamente con el evento. Aunque fuentes de la Biacs aseguran que Aizpuru estaba al tanto de esos contactos, «pues se ha comentado en varias reuniones de la comisión ejecutiva», en la carta de dimisión asegura haberse enterado «por los periódicos».
El presidente de la Fundación Biacs, Fernando Franco, tampoco quiso ayer hacer declaraciones y se remitió a lo que se acuerde en una reunión, aún sin fecha, que se celebrará después de Semana Santa.