La Nave, un ‘bateau-lavoir’ madrileño

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Jóvenes artistas de varias disciplinas trabajan en un mismo edificio. Una antigua fábrica de hielo, situada en los límites de lo que se conoció en el siglo pasado como la Quinta del Sordo, a orillas del Manzanares y donde Goya pintó sus pinturas negras, se ha convertido en los últimos años en un espacio creativo espontáneo. Un grupo de pintores, fotógrafos y los miembros de un estudio de grabación han hecho de La Nave algo insólito y regenerador en la vida cultural de Madrid. Esta singular experiencia comenzó en 1981, cuando el pintor Manuel Quejido y su hermano Enrique alquilaron el primer estudio. "Cuando llegamos al edificio tuvimos que acondicionarlo y rehabilitarlo para, montar nuestro estudio; todo era diáfano, no existían las divisiones actuales" recuerda Manuel Quejido

Durante estos seis años han pasado por el local de la calle Santa Úrsula varios pintores, como Enrique Leal y Juan Hernández; diseñadores de joyas, como Ana Saura, y una escultora inglesa. Actualmente trabajan en este bateau-lavoir madrileño siete pintores, dos fotógrafos, un representante de motos y los miembros de un estudio de grabación. Por sus escaleras y pasillos pasean frecuentemente galeristas, grupos musicales, actrices y otros pintores.En la planta baja se encuentran los estudios de grabación Magner, donde han grabado músicos importantes del rock y del pop español. Radio Futura, los Nickis, Esclarecidos y Gabinete Caligari son algunos de los grupos que han pasado por allí. "Es muy cómodo trabajar en este edificio, porque apenas existen problemas debido al carácter artístico del mismo", indica Montxo Campa, uno de los técnicos.

Los pintores

En la primera planta trabajan cuatro pintores, repartidos en dos estudios. José de León (León, 1958) vino a Madrid a los 19 años con la intención clara de seguir los caminos del arte. Licenciado en bellas artes por la universidad de Madrid, ganó el Premio Lienzos de Levante hace cuatro años, dotado con tres millones de pesetas. Su estilo es superrealista con aproximaciones a mundos mágicos. Ha expuesto en Ginebra y ahora acaba de finalizar una exposición individual en Madrid. Su compañero de estudio Juan Correa, un zamorano de 28 años, ha participado en varias exposiciones colectivas y este mes expondrá en la galería Moriarty. Sus obras, a medio camino entre la pintura y la escultura, son cajas hechas a base de chapa, hierro y piedra, con claras referencias a las mitologías griegas y egipcias.Rafael Peñalver, un pintor madrileño de 37 años, criado a la sombra del mundo artístico de Cuenca, fue director de la sala de exposiciones del Centro Cultural de la Villa de Madrid. Conoció la nave desde sus comienzos, pero no se trasladó a ella hasta hace dos años y medio. Su estilo se sitúa en un difícil equilibrio entre la abstracción y la figuración. En la actualidad expone en la galería Arteme, de Burdeos (Francia). Nacho Ordás, un joven pintor palentino de 29 años, comparte el estudio con Peñalver. Ordás pintó un mural de 200 metros en el scalextrix de Atocha antes de su demolición. Ha expuesto en Milán y ahora muestra su última obra gráfica en la galería Término, de Madrid. Su obra se caracteriza por un simbolismo y un diálogo de los objetos, dentro de la figuración.

A estos pintores no sólo no les importa pintar con más gente, sino que incluso prefieren trabajar así porque les estimula más.

En el piso superior trabaja Antonio Malla, pintor realista que domina con maestría el retrato y el paisaje. Malla participará en la próxima edición de Arco-88 con la galería Juan Gris.

En la tercera planta trabajan los dos pintores más antiguos de La Nave, Manuel Quejido y Javier Blanco. El primero, un pintor sevillano de 41 años, ha pasado por diferentes estilos de un modo gradual. Su plástica tiende desde una pintura figurativa hacia la abstracción y el esquematismo. En los últimos años ha expuesto con regularidad en galerías madrileñas: Buades, Centeno y Décaro. Ahora prepara su exposición para la próxima primavera en el MEAC. Javier Blanco, un pintor asturiano semiautodidacta de 29 años, que no ha expuesto demasiado. Su primera exposición individual la realizó en la galería Décaro. Cree que ha sido muy enriquecedor el contacto diario con otros artistas. Su estilo pictórico se caracteriza por una economía de medios y un cierto emblematismo, donde predomina el color. En este momento escribe un ensayo sobre algunas obras de Picasso.

La imagen fotográfica

En el ático, dos fotógrafos, Paco Higuera y Carlos Bandrés, hacen fotografías de grupos musicales, modas, actores, actrices, etcétera. Delante de sus cámaras han pasado, entre otros, pintores, Hombres G, Teresa Rabal, Fernando Márquez, Puturrú de Fua y Gabinete Caligari. Paco Higuera alterna la labor comercial con otra faceta más creadora. Ha participado en varias exposiciones, como en Madrid sin Z (1986). Su compañero, Carlos Bandrés, ha colaborado en periódicos y en publicidad. La mayoría de estos artistas plásticos señalan que el trabajo creativo en un espacio como La Nave es positivo, a pesar de las complicaciones o diferencias de criterios que puedan darse en algún momento.

JULIÁN H. MIRANDA 07/12/1987

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