Javier Martín (Pintor): «Sevilla es perfecta para vivir pintando, pero no para vivir de eso»

Estas flores son para ti. JAVIER MARTIN

 

 

«Es evidente que las nubes se han convertido en un motivo repetido en mis cuadros, casi en una marca de la casa». Desde que apareciera en el año 1999 en un cuadro, «Nube», este icono generó por sí solo toda una serie posterior de cuadros que seguían ese esquema. En su última exposición titulada «Mecánica, engranajes y fenómenos celestes», que se exhibe en la galería Birimbao (calle Alcázares, 5) hasta el 31 de marzo, el pintor Javier Martín retoma y continúa de forma similar esta idea.

«Tratar el cuadro como un juego fondo-figura, dejando el blanco de la tela -lo no pintado- a relucir, como figura. Ese esquema, todavía bicolor, se prodigó en una serie en la que la figura, las nubes, adquirían formas humanas, de retratos, escayolas…». El estilo personal evolucionó hasta cargar el vacío de materia y complicarlo con el color. En este sentido, el artista añade que «mi pintura se fue ensuciando, hasta que, de repente, apareció la imagen de la bomba atómica. Fue un hallazgo que me llevó a reflexionar: el porqué me interesaba esa forma como tal, y su significado, ya que esa imagen estaba cargada de connotaciones».

Las nubes habían evolucionado hasta alcanzar la estructura de champiñón que, finalmente, se transformaron en una serie de bombas.

Sin embargo, una de las características de su trabajo es que aunque no siempre toda la superficie está cargada de lo pintado, quedan zonas a conciencia por completar en blanco. Según el autor, «esta técnica obedece a un recurso de tensión estratégico: lo que es visible frente al vacío. Algo que concede a la imagen del cuadro una solución abierta, que precisa, en cierto modo, la intervención del espectador para completar lo observado».

En cuanto a otras fuentes de inspiración, Javier Martín admite que «aunque parezca una contradicción, puedo mezclar en un cuadro el terror que supone la bomba atómica y la representación celeste con cosas que provienen de mi vida cotidiana, de una anecdota…».

Pintores de domingo

«Soy sevillano pero la verdad es que, a pesar de que Sevilla haya sido cuna de los más grandes pintores de este país, esta ciudad no ofrece ni espacios, ni iniciativas, ni, lo que es peor, el mercado necesario para que emerja una pintura más allá del bodegón de los «pintaperos» característicos de esta bendita y mariana urbe, con todos mis respetos a los pintores de domingo. El problema es que también existimos los pintores de los lunes, de los martes, los miércoles… y del domingo también».

La concepción de la actual situación de los artistas en la capital andaluza de este joven creador concluye en que «aún así, es irrefutable el clima perfecto, la luz que aquí modela el sol sobre las cosas. Yo mismo he pensado en emigrar, porque éste es un lugar privilegiado para vivir pintando, pero no para vivir de la pintura, o por lo menos del mercado que aquí hay».

LARA MARTÍNEZ.SEVILLA
19-3-2007 13:54:25

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