En la galería Birimbao el tiempo se paró la otra noche para la inauguración de la exposición «Alrededor de Pérez Aguilera. La primera promoción 1950-1960». A la entrada de la exposición una obra de Santiago del Campo retrataba el libro biográfico de Miguel Pérez Aguilera «El pintor de los silencios», escrito por Pilar Lobeña.
Parecía una reunión de antiguos alumnos, pero eso sí, representados por sus obras. En la galería, piezas de quienes hoy son destacadísimos pintores y que en su día pasaron por el aula de Dibujo donde Pérez Aguilera impartió sus enseñanzas durante más de cuarenta años en la hoy Facultad de Bellas Artes de Sevilla.
Salud Montoto, quien fuera discípula y luego esposa del desaparecido maestro, sus hijas y nietos así como numerosos pintores se dieron cita para recordar a Pérez Aguilera.
La lista de los discípulos que hoy conforman esta exposición reune nombres como Luis Gordillo, Jaime Burguillos, Francisco Cortijo, Teresa Duclos, Carmen Laffón, José Luis Mauri, Joaquín Meana, Juan Romero, Diego Ruiz Cortés, Joaquín Sáenz y Pepe Soto. Carmen Laffón y José Luis Mauri recordaban la época en la que fueron primero sus alumnos y luego dieron clase con Pérez Aguilera, «era un gran profesor y hacía amena sus clases. Era un soplo de aire fresco en el momento en que se vivía en España», aseguraba Paco Cuadrado, quien fue su alumno promociones posteriores a la de los cincuenta.
Para Teresa Duclós, fue un gran profesor, «nos imponía una enorme disciplina en clase, pero al mismo tiempo eso te hacía a tí disciplinarte, hacerte realmente artista con un amor enorme por el oficio».
Según la galerista Mercedes Muro, «algunas obras como las de Santiago del Campo y Juan Romero, están hechas expresamente para esta muestra. Otras las teníamos nosotros, entre ellas la de Pérez Aguilera».
ABC SEVILLA // MARTA CARRASCO