La «Suite Vollard» de Picasso, entre el mito del minotauro y la herencia del arte clásico

Pablo Picasso

El Centro Cultural El Monte expone desde el viernes la muestra «Suite Vollard», de Pablo Ruiz Picasso. El título de esta colección-que fue adquirida por Bancaja, coorganizadora de la exhibición-, alude a una serie de 97 cobres grabados y 3 retratos que realizó Picasso entre el 13 de septiembre de 1930 y marzo de 1937. Estos surgieron como fruto del encargo que le hizo al artista malagueño el marchante y editor francés Ambroise Vollard, famoso en el París de las vanguardias.

La amistad entre Picasso y Vollard se remonta a 1901 cuando ambos se conocieron. En 1904-05 el editor le compró al pintor malagueño el grabado «Le repas frugal» y la serie de «Saltinbanques». Tras un encargo del galerista francés, Picasso le dio 97 cobres grabados a cambio de un número importante de pinturas propiedad del marchante, que Picasso quería para su colección privada. A esta colección se le unieron tres retratos que Picasso hizo de Vollard antes de su muerte.

Los temas de esta colección son arbitrarios y a veces se interrelacionan, pero aparecen dos grandes grupos: «El escultor en su estudio» y «El minotauro», que eran una combinación de dos temas que había trabajado en sus libros anteriores: el artista en su estudio y la mitología. Asimismo, hay otras series como «El artista y la modelo», una dedicada a Rembrandt y los tres retratos de Vollard.

Técnicas de los grabados

La técnica más empleada en esta colección es el aguafuerte, ya que tres cuartas partes de los grabados están hechos a base de la mordida del ácido. La rapidez e inmediatez en su ejecución decidió a Picasso a utilizarla. Otras de las ténicas que emplea en estas estampas son las del buril, punta seca, aguatinta…

El inicio de la «Suite Vollard» hay que situarlo en la serie conocida como «El taller del escultor». Se trata de cuarenta y ocho planchas que constituyen el núcleo central de este cojunto. En la obra «Tres actores» (1933) se aprecia el busto de Marie Thérèse, su compañera sentimental por aquella época, que influyó de manera decisiva en el artista a la hora de crear. A partir de ahí desarrolla una serie de treinta y tres grabados con el escultor como héroe, destacando «El reposo del escultor». Éste es el germen de lo que posteriormente constituirá el tema de «El pintor y su modelo», que culminará en el año 1963. Asimismo, hay que subrayar otros grabados como «Joven escultor trabajando» (1933) o «Familia de saltimbanquis» (1933).

En cuanto al tema del minotauro, éste se puede contemplar en otras obras de la «Suite Vollard» como «Minotauro con una copa en la mano y una mujer joven» (1933), «Minotauro acariciando a una mujer» (1933) o «Minotauro atacando a una amazona» (1933).

Junto a la sala principal del Monte donde se expone la serie completa que compone la «Suite Vollard», hay que destacar una sala de interpretación muy didáctica para el espectador, ya que se muestran algunas obras que influyeron decisivamente en el período clásico de Picasso. Así, se exponen obras del Museo Arqueológico de Sevilla, como un «Fragmento de una estela funeraria» y un «Torso clásico romano». También se ven muestras de cerámica griega de los siglos VI y IV a.C. que también afectaron al proceso creador del artista malagueño.

Por otro lado, se exhiben famosas reproducciones de obras de Cézanne, Renoir, Ingres, Maillol o Matisse, que también influyeron en el malagueño a la hora de reinterpretar el arte clásico. Igualmente destacan curiosidades como la presencia de la revista sevillana de vanguardia «Mediodía», una publicación de los años 20 donde ya era conocida la serie de la «Suite Vollard».

Como ha señalado el comisario de esta muestra, Juan Lacomba, en la etapa clásica de Picasso fue esencial su viaje a Italia, en donde estuvo en contacto con los frescos de Pompeya.

A.G.B. // ABC SEVILLA

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