El Monte rinde un homenaje a Jaime Burguillos con una exposición que refleja su espíritu austero

Fundacion El Monte

Hace casi un año se extinguió la luz de Jaime Burguillos, uno de los grandes pintores sevillanos de la segunda mitad del siglo XX. Pocos artistas supieron como él evolucionar desde las propuestas iniciales del arte figurativo hacia la abstracción más pura mostrada con una visión personal. Por todo esto la Fundación El Monte tenía una deuda pendiente que ha saldado con la exposición «Homenaje a Jaime Burguillos», una muestra que reúne 21 obras del artista sevillano, más otras 24 pinturas de otros compañeros suyos de generación y pintores posteriores, entre los que se destacan nombres como Carmen Laffón, Teresa Duclós, Ignacio Tovar, Lucio Muñoz o Dorotea von Elbe.

La exposición inicia su recorrido en el período figurativo de los años cincuenta. En 1950 el artista sevillano había ingresado en Santa Isabel de Hungría, en donde había conocido a otros artistas de la talla de Carmen Laffón, Teresa Duclós, José Soto, José Luis Mauri, Juan Romero, Joaquín Meana o Santiago del Campo. De esta etapa figurativa destacan fundamentalmente sus paisajes y bodegones. Posteriormente el artista viajó a países europeos como Francia, Bélgica, Gran Brataña u Holanda, de donde recibió la lección de grandes maestros como Rembrandt, Van Gogh o Turner.

Entre lo luminoso y lo sombrío

Dada la gran admiración que le profesa, no faltó a este homenaje a Burguillos el director del Centro de Arte Reina Sofía, Juan Manuel Bonet, quien confesó su fidelidad «hacia Burguillos y a la Sevilla de los sesenta» que tanto influyó durante su adolescencia. Asimismo, destacó que su pintura siempre osciló entre «lo luminoso y lo sombrío y melancólico, atendiendo a lo simbolista». Si bien resaltó la influencia de Gutiérrez Solana, Romero de Torres y Rafael Zabaleta en su lenguaje artístico inicial, también señaló su afán por la investigación que lo condujo hacia una pintura más esencial, algo que también hicieron Kandinsky y Mondrian.

En ese sentido fue esencial en la trayectoria artística de Burguillos su ingreso en el círculo de la Galería de Juana Mordó de Madrid, en 1964. A partir de entonces siguió la estela del arte abstracto que ya nunca abandonaría. También hay que destacar el viaje que este artista realizó en el año 1974 a Nueva York, ciudad en la que se impregnó del expresionismo abstracto de artistas tan punteros en aquella época como Rothko y Newman. De su etapa abstracta se exponen lienzos que Burguillos realizó durante más de tres décadas, destacando su serie «Sin título».

Uno de los comisarios de la exposición, José Soto, confesó que esta muestra es ante todo «austera porque hemos elegido fondos blancos que estén alejados de la espectacularidad». Asimismo, resaltó que Burguillos evolucionó desde una etapa figurativa «entrañable y desconocida para luego ir a la abstracción y a su última obra, que deja claro cuál va ser su lenguaje personal».

También quiso sumarse a este homenaje Rafael Ortiz, el otro comisario de la exposición y galerista de Jaime Burguillos en los últimos 13 años. Ortiz reconoció que sintió «una gran emoción» cuando le encargaron esta exposición, además destacó que «hemos trabajado de una forma muy estrecha». También resaltó la austeridad que siempre se reflejó en la pintura de Burguillos. Finalizó admitiendo que era un artista que «siempre lo entregaba todo», a la vez que confesó que recientemente Antonio López había comparado a Burguillos «a un Juan Gris», en una entrevista.

Una de las hermanas de Burguillos, Elena, se hallaba también muy emocionada durante el homenaje de ayer. Ésta confesó que «era una persona muy seria y muy honrada en sus afectos con todo el mundo», además comentó que «nunca ha engañado a nadie».

La Sala Villasís también contó con la presencia de importantes artistas como Carmen Laffón o Ignacio Tovar. Laffón reconoció sentirse «conmovida por este homenaje porque es como constatar una realidad que uno no acaba de creerse». La artista sevillana dijo que gracias a la exposición antológico que se realizó de este artista y a este homenaje el público va a conocer su obra «en una Sevilla muy ingrata con él que no supo reconocer al gran pintor». Concluyó admitiendo que «ver su obra y su categoría me produce una gran satisfacción».

Por otro lado, asistieron a este homenaje a Burguillos otros artistas más jóvenes como Paco Pérez Valencia o Juan Lacomba. Este último confesó que «siempre me ha atraído Burguillos, un pintor de lo más digno». También resaltó que su obra constituye una especie de «música callada» y que la exposición está muy bien montada.

La muestra se completa con otros cuadros muy destacados de Carmen Laffón, Dorothea von Elbe, Patricio Cabrera, Teresa Duclós o Joaquín Meana, entro otros artistas.

El «Homenaje a Jaime Burguillos» se podrá ver en la Sala Villasís hasta el próximo 9 de enero.

ANDRÉS GONZÁLEZ-BARBA // ABC SEVILLA

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