Alfredo Viñas: «Me echaron a patadas de la National Gallery»

Alfredo Viñas, en su galería de la calle Denis Belgrano. Foto: CARLOS MORET.

Alfredo Viñas / Galerista, (Málaga, 1950) / Licenciado en Historia / De niño coleccionaba sellos / Luchador contra el franquismo, lavaplatos, guía de museos, buscavidas en países europeos, se reinventa cada día / En los 90 encontró la horma de su zapato y abrió una galería de arte emblemática en Málaga / Su mirada contemporánea atizó la estepa cultural de la ciudad / Hedonista, enemigo de la vulgaridad, cree que una corbata puede cambiar el ánimo

 

Vivir del arte o vivir con arte, ¿qué es más complicado?

Vivir del arte y con arte, pero con mayúsculas.

¿Y qué es más duro, correr delante de la policía de Franco o detrás de un coleccionista?

¿Correr delante de la policía! A veces hay que perseguir a los coleccionistas para que te paguen, pero es otra carrera. En ocasiones más amable, porque por el camino hay un almuerzo, una cena o una copa.

De sus etapas de Londres o de París, ¿qué ha quedado en su mochila?

Sabiduría.

¿Cuántos kilómetros hizo en los mejores museos de Europa?

Cuando terminé la universidad viajé a París, donde estaban mis compañeros de facultad, Tecla Lumbreras y Miguel Hermoso. Viví en su casa y pulsé París. Luego me fui a Londres, quería estar un año. Me di cuenta de que los museos británicos eran muy pedagógicos.Y eran gratis. Yo iba todos los días.

¿A contemplar los cuadros?

Bueno… Al final como me quedé sin dinero, uno de los trabajos que me inventé fue servir de guía a los españoles que visitaban los museos. Me ponía todos los día en la puerta de la National Gallery y esperaba a los turistas españoles. Ofrecía visitas rápidas o más largas. Estaba prohibido porque había guías oficiales. Me cogieron varias veces y me echaron a patadas de allí. Gracias a eso viví durante una época en Londres.

Del profesor, ¿también queda algo en la mochila?

Siempre me he entregado muchísimo a las cosas que he hecho. Tengo recuerdos emocionantes de mi etapa de profesor… pero hoy día no volvería. La enseñanza gasta mucho.

¿Cuántas veces ha pensado que todo estaba perdido?

Soy positivo y optimista, siempre saco partido, incluso a las dificultades.

En su vida, ¿todo es provisional?

No, pero me gusta vivir la vida intensamente. Nunca me ha interesado estancarme; el cambio siempre ha estado presente en mi vida.

¿Cuántas veces se ha reinventado?

Muchísimas. Tenga en cuenta que yo he vivido también una época nada estable: el franquismo, la transición… Pero siempre me he sabido amoldar a las nuevas situaciones. Creo en el progreso, en los retos lejanos.

¿Cuál ha sido su mejor paracaídas?

La gente que me ha apoyado, amigos, familia. Aquellos que evitaron el golpe en la caída. Muchas veces me he tirado en caída libre, pero siempre he tenido gente que me ha acompañado.

¿Ha tenido alguna vez la sensación de predicar en el desierto?

Muchas veces. Casi a diario.

Vendió su 127 para irse a París. ¿Qué vendería ahora y para ir adónde?

Ahora me cuesta más trabajo tomar decisiones radicales en mi vida. Quizás estoy mayor, no lo sé. Pero tengo claro que ahora mismo tengo un proyecto de gran calado en donde están implicados artistas y un círculo muy amplio de personas del mundo del arte, y ya no dispongo de mí mismo.

Salta con pértiga las fronteras provinciales. ¿Deporte o necesidad vital?

Necesidad vital; completamente.

¿Dedica mucho tiempo al día a alimentar los egos?

Bastante. Los artistas se mueven con un ego con mayúsculas. Hay dos cuestiones fundamentales para un galerista: las ventas y el ego. Ambas cosas son importantes y hay que cultivarlas; son el estímulo de la creación.

El coleccionismo, ¿tiene más de capricho, de pasión o de inversión?

Creo que los coleccionistas se mueven fundamentalmente por la pasión, a veces desmedida. Tanto, que a veces compran por encima de sus posibilidades. Eso me estimula, me sorprende y me hace pensar.

A un galerista, ¿le funciona mejor la vista o el olfato?

La vista, siempre.

¿Cómo ha superado no poder estar este año en Arco?

Con un dry martini.

 

16.03.08 www.sur.es

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