„…AUSENTE.‰ / Fernando Blanco. Sala de eStar

Sala de eStar

Texto_fys02. Sevilla, febrero 2002

La ausencia es la confirmación de la no presencia. Nuestra vida está rodeada y radiada de cúmulos de relaciones de cúmulos que afirman la no presencia de lo que queremos.

Los amuletos, llaveros, medallas, pulseras… cargados de determinada iconología nos sirven de intermediarios entre lo deseado y lo que se quiera o se pudiera conseguir. Les atribuimos características mágicas, sacras e incluso áureas a estos objetos con el fin de que sirvan de catalizador de las fuerzas de la suerte en nuestra invocación de cambio de fortuna.

Una acción viene tras una decisión consciente o inconsciente. En el caso inconsciente: podría ser por manipulación, por la creación metodológica de ciertas costumbres, mediante subliminalidad, o por la simple respuesta instintiva de nuestro sistema orgánico; la consciente implica una reflexión, la elección y maduración de una idea. Una y otra, la acción consciente y la inconsciente son la forma que tenemos de posicionarnos en la vida.

Vestirnos confirma que somos desnudos. La televisión apagada nos afirma la existencia del audiovisual como mass-media que habita y a veces reordena constantemente nuestro hogar. Escuchar determinada música nos ayuda a trasladarnos metafóri-camente a un lugar emocional distante o ausente que con la música se nos hace cercano o presente. Al leer un texto, en el desciframiento de los códigos escritos (más o menos lejanos a nuestra cultura), vivenciamos los relatos, las ideas qué y cómo nos han sido contadas por un narrador desconocido personalmente. Si cerramos los ojos en un lugar oscuro, tranquilo, y dejamos descansar al nervio óptico, estamos ante la no presencia de las apariencias que nos rodean. fotografía es la confirmación de la existencia del ser fotografiado -aun en la manipulación fotodigital (donde codificamos en un lenguaje visual al ser imaginario)- la foto es una especie de rememoración gráfico-mágica con determinadas cualidades estéticas que nos sirven de recordatorio, de amuleto que invoca lo que hemos querido representar.

La ubicación de lo que se representa puede llegar a ser tan o más importante que lo representado. La colocación de la representación de los seres queridos en un lugar cercano nos ayuda a sentir su presencia, como en la mesilla de noche donde pretendemos que nos acompañen, que se hagan presentes, en momentos vulnerables de la conciencia: el sueño… falta de vigilia.

Se puede ser pero no estar: Lo que no está ausente ni presente, simple- mente no existe ( en ese momento ).

Espero que los dibujos y pinturas aquí expuestos os sirvan de amuletos que intenten atraeros a este mundo estético.

el gesto se hizo mimo
el sonido silencio
la escritura palabra
la madera ceniza
la imagen su ausencia.


Sala de eStar
C/ Trajano, 44. 1ºB.
Sevilla 41002. eSpaña

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