Pintura sevillana en Madrid

Últimas pinturas de Gerardo Delgado (Olivares, 1959) en la galería Antonio Machón de Madrid

La inauguración el pasado martes de las Últimas pinturas de Gerardo Delgado (Olivares, 1959) en la galería Antonio Machón de Madrid, completa un interesante trío formado junto a Antonio Sosa (Coria del Río, 1952) y Juan Suárez (Cádiz, 1946). Tres grandes pintores formados en la ciudad que triunfan estos días en el gran escenario artístico nacional.

A Gerardo Delgado y Juan Suárez los une –cada uno con su peculiaridad, con su lenguaje propio– una dedicación casi monástica a la geometría, de contínua investigación, de secuencias y posibilidades infinitas. Uno y otro dan muestra de su buen hacer, de la importancia del conjunto de su obra, en Madrid, que estos días mira al Sur gracias a la calidad y la referencia que la pintura realizada desde Andalucía es para el panorama artístico nacional.

De este modo, la galería Egam muestra estos días una selección de trabajos del también arquitecto Juan Suárez, con obras que presentan, en un mismo plano, texturas diferentes, aplicando la pintura de modo uniforme. En algunos casos, hace patente el gesto; en otros, emula breves paisajes que invitan a un recorrido incesante y a lecturas reiteradas sin que prometan unidad final.

Antonio Sosa. Boceto barroco. 176 x 56 cm.2007 .

Gerardo Delgado, por su parte, el último en llegar a la cita capitalina, donde expondrá hasta el próximo 28 de febrero, exhibe en la galería Antonio Machón su pensada obra, que ha resumido en el sobrio y directo título Últimas pinturas. Aquí encontramos varios dípticos irregulares sobre tablas en los que el sevillano regresa a su encriptado lenguaje con una mirada enbravecida a los fuegos volcánicos, al rojo de la lava en series como Pompeyanas.

Antonio Sosa, nombre clave de la generación sevillana de los 80, es el tercero en concordia. Desde el pasado 12 de diciembre –y hasta el 24 de enero–este pintor cuelga en la galería Magda Bellotti la exposición Des-nudos. La galería madrileña reune un conjunto de obras sobre papel de gran formato desarrolladas por el pintor sevillano durante los dos últimos años. Se trata de un grupo de dibujos muy elaborados, barroquísimos, que hablan de un pintor instalado en plena madurez artística, cuando, a través de las más complejas tramas, habla de los temas de siempre: Miedo, dolor, alegría, éxtasis, nacimiento, sexo y muerte.

Amalia Bulnes

www.correoandalucia.com

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