Radiografía del desencanto

Jeff Wall participa en Últimos sueños con Escena de caza.

La Casa de la Provincia recoge en la exposición 'Últimos sueños' un conjunto de 23 piezas pertenecientes a la Colección La Caixa de Arte Contemporáneo.

La Colección de Arte Contemporáneo de la Fundación La Caixa expone hasta el 26 de octubre en la Casa de la Provincia "Últimos sueños", una selección de sus fondos en la que se vislumbran la incomodidad y el malestar del hombre actual. La violencia que amenaza entornos cotidianos, la pobreza en una sociedad marcada por la sobreabundancia o las secuelas de la represión son algunos de los asuntos que refleja este "análisis despiadado del mundo que habitamos", tal como lo define el comisario de la muestra, Mariano Navarro.

Últimos sueños supone el regreso de la colección a Sevilla, tras la exposición organizada por la entidad durante la Expo 92. Entonces, el conjunto se centraba en los años 80; ahora, el objeto de estudio son las décadas posteriores. Unidos por "la voluntad de subvertir los códigos estéticos vigentes", los 23 creadores seleccionados están hermanados por el desencanto, la agresiva intensidad y la ironía de sus posicionamientos.

El norteamericano Bruce Nauman denuncia el sometimiento del individuo en la videoinstalación Shit in your Hat – Head on a Chair, en la que un mimo acata, desde una pantalla, las órdenes de una voz en off mientras frente a esa escena una cabeza cortada reposa sobre una silla.

Una inquietud similar provoca en el espectador la visión de Escena de caza, de Jeff Wall, reflexión sobre la fragilidad del bienestar en la que dos hombres armados con escopetas se acercan a una urbanización, en una escena inspirada en la película La caza, del español Carlos Saura.

El alemán Andreas Slominski, presente en la última Biacs, también expresa aquí sus inquietudes sociales a través de la bicicleta de un indigente que colecciona desechos. El mensaje, no obstante, no está exento de ironía: la bicicleta en cuestión es estática e impide cualquier tipo de desplazamiento.

Un humor atípico también contagia la instalación de Paul McCarthy, quien ofrece una lectura envenenada de Pinocho al presentarlo, dominado por la furia, destrozando el interior de su vivienda. Se trata de una de las piezas más llamativas de la muestra, en la que el visitante puede introducir su cabeza por un agujero para observar el desorden causado por la rabia del personaje. Pocos metros antes, McCarthy ha engañado al público al colocar a su héroe plácidamente dormido sobre una cama.

La obra que el argentino Guillermo Kuitca expone en la Casa de la Provincia también parte con la vocación de impactar al observador mediante el recurso de la sorpresa. Lo que no es más que el trazado de una ciudad, desde lejos, adquiere tintes dramáticos cuando uno se acerca y percibe que las líneas de esa urbe se forman con el dibujo de un centenar de jeringuillas.

Para Navarro, Últimos sueños no pretende narrar "los acontecimientos de estas casi dos décadas, sino hacer que las obras de ciertos artistas ofrezcan un relato de lo que nos ha pasado".

Braulio Ortiz / SEVILLA. 19.09.2008

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