Manolo Cuervo. CRÓNICAS DE UN PASEANTE

Inauguración CRÓNICAS DE UN PASEANTE. Foto: www.dipusevilla.es

CON ‘CRÓNICAS DE UN PASEANTE’ LA CASA DE LA PROVINCIA DE LA DIPUTACIÓN DE SEVILLA MUESTRA LA OBRA PICTÓRICA DEL ARTISTA MANOLO CUERVO.

Durante años Manolo Cuervo ha sido ‘el diseñador’ de Sevilla y sus carteles la imagen de cuantos acontecimientos culturales han sucedido en toda la provincia. Pero Manolo Cuervo (Isla Cristina, 1955) es también un pintor de un rico espectro creativo y temático, con una amplia obra pictórica que merece la pena verse expuesta.

Con este objetivo, la Casa de la Provincia y el Área de Cultura de la Diputación de Sevilla producen conjuntamente la muestra ‘Crónicas de un paseante’, una extensapanorámica del quehacer pictórico de la última década del artista, expuesta en las dos salas de la planta baja de la Casa, Triunfo y Murube, y que los aficionados podrán descubrir y disfrutar hasta el próximo 20 de enero.

‘Crónicas de un paseante’ recoge más de un centenar de sus cuadros, de muy diverso formato y factura, pertenecientes a las distintas series en las que Cuervo ha venido trabajando desde 1990: ‘Tu cara me suena’, ‘Laberinto de papel’, ‘Los restos del naufragio’, ‘La mujer del cartel’ y ‘Tratamiento de Choque’, en la que el artista está inmerso ahora.

Además, se han seleccionado cerca de cien carteles de su extensa producción como ilustrador gráfico y, como apartado específico y último, la exposición culmina con la serie JAZZ, en la que se combinan carteles con cuadros dedicados a este tema tan querido como frecuentado, en su doble faceta de diseñador y pintor, por el autor.

La inauguración de esta exposición, presidida por el titular de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, se convertía en una gran fiesta del mundo de la cultura sevillana, ámbito en el que Manolo Cuervo cuenta con muchísimos amigos y es especialmente querido. Fernando Rodríguez Villalobos se refería al pintor e ilustrador como una persona ‘con su ADN preñado de sevillanía, no refiriéndome a eseprovincianismo que tanto daño ha hecho y hace a esta tierra, sino a esa manera de sentirse sevillano que proyecta a esta ciudad hacia el mundo’.

Villalobos señalaba a los presentes que Manolo Cuervo, ‘posiblemente sea la persona que mejor ha pintado nuestras inquietudes culturales durante décadas,rechazando recoger sus pinturas para marcharse a otras capitales que le diesen más oportunidades’. También el presidente provincial destacaba lo mucho que la Diputación y los municipios deben a este ‘cartelista de sus ciclos de jazz’.

NI PINTOR NI ILUSTRADOR GRÁFICO, ARTISTA INTEGRAL.

La exposición ocupa las salas Triunfo y Murube, hasta el 20 de enero 2008

www.dipusevilla.es


Manolo Cuervo nació en Isla Cristina, pero siempre ha vivido en Sevilla y en esta ciudad ha desarrollado, a lo largo de casi tres décadas, una carrera creativa en la que se combinan, desde sus comienzos, la faceta de diseñador y grafista con la de pintor. Dedicado, como diseñador, preferentemente al mundo de la cultura, ha realizado algunos de los más deslumbrantes y memorables carteles editados durante estos años en nuestro país.

Estos dos ámbitos, pintura y diseño gráfico, no constituyen en su obra aspectos diferenciados e independientes. Por el contrario, ambos se entrelazan y relacionan, produciéndose una suerte de contaminación estilística, de tal modo que sus diseños se benefician de su mundo pictórico, descansan sobre su gusto, preferencias e indagaciones, y viceversa: ese mundo pictórico, peculiar y personalísimo, bebe de un repertorio gráfico e icónico que proviene en gran medida de su arsenal y de sus recursos como grafista.

La pintura de Manolo Cuervo evidencia sus intereses plásticos y estéticos y sus influencias, casi siempre explícitas: el mundo de la publicidad, el cómic, el cine, pero también Rauschenberg, Pollock, Twombly, Lichtenstein o Hockney. Si el arte pop “leyó”e incorporó los medios de comunicación de masas como asunto de los cuadros y los elevó a la categoría de arte, Manolo riza el rizo y con un guiño cómplice, incorpora también, como tema mismo de sus pinturas, esas “relecturas”.

Valiéndose de un cierto eclecticismo técnico y con una amable falta de respeto, amalgama en sus cuadros elementos de muy diversa procedencia que adquieren, descontextualizados y en relaciones inusuales, nuevos significados y una mayor y más rica capacidad de sugerir y conmover, en un ejercicio en el que siempre prevalecen la eficaciaperceptiva y la sensualidad colorista que proclaman y transmiten una concepción comunicativa, pero también gozosa, del arte.

‘Crónicas de un paseante’ se complementa con un amplio catálogo ilustrado, editado para la ocasión, con textos del director y autor teatral Alfonso Zurro, de los
pintores Rafael Agredano y Juan Suárez y del crítico José Yñiguez.

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