Szeemann: «Hay epidemia de bienales: Sevilla tendrá que hacer algo distinto»

Szeemann, el «gurú» del arte contemporáneo nacido en Berna, aunque residente en Kenia, aclaró que la Bienal de Sevilla durará unos dos meses, no los cinco de la de Venecia, de la que él fue comisario en varias ocasiones. MILLÁN HERCE

Harald Szeemann (Berna, 1933), responsable artístico de algunas de las bienales más importantes del mundo y considerado uno de los grandes gurús del arte contemporáneo, visitó ayer por primera vez el Monasterio de la Cartuja, sede de la I Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de Sevilla (Biacs), de la que él es comisario. Tras esa visita, durante la cual mantuvo una reunión con el director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, José Lebrero, lugar que acogerá todas las exposiciones e instalaciones a partir del 23 de septiembre de 2004, explicó a un grupo de periodistas, acompañado por Juana de Aizpuru, «alma mater» del proyecto, las líneas maestras de su propuesta artística.

El suizo

Una canción de Camarón

Szeemann se ha valido del título de una canción de Camarón («La alegría de los sueños») para sintetizar la idea con la que pretende poner en marcha esta primera edición de la Biacs. «Se puede decir que hay una especie de epidemia de bienales, por lo que Sevilla deberá hacer algo distinto», afirmó, explicando a continuación que su proyecto será, a grandes rasgos, «poético», «universal» y «artísticamente comprometido».Para ello ha contactado ya con artistas de los cinco continentes, aunque a diez meses vista de la inauguración faltan aún por concretar la mayoría de las propuestas que pretende traerse a la capital de Andalucía.

Sí pudo confirmar que una impresionante pieza doble toro de cuatro metros de altura de Richard Serra, vendida en Francia por más de 2 millones de euros, será una de las primeras instalaciones con las que se tropezará el visitante en el Monasterio de la Cartuja el otoño próximo. Los contactos con artistas sudafricanos, australianos, norteamericanos, sudamericanos (el brasileño Ernesto Nieto, por ejemplo), y, por supuesto, europeos, se espera que fructifiquen antes de que acabe el año, para que la necesaria aportación privada al proyecto (empresas, bancos, multinacionales, etc) pueda tener una visión clara de la magnitud de este acontecimiento y apostar en consecuencia por él.

Szeemann adelantó muchos nombres-candidatos, entre ellos varios españoles, como Pilar Albarraicín, la fotógrafa Cristina García Rodero o Fernando Sánchez Castillo, cuyas piezas se exponen actualmente en el PS-1 de Nueva York y a los que seguirá el comisario suizo hasta el Patio Herreriano de Valladolid, donde recalará próximamente la exposición sobre arte español, para ver con más detenimiento sus obras y escoger entre ellas las que más se ajusten a su proyecto artístico.

Sí dio ayer por hecho Szeemann que vendrá a Sevilla una espectacular pista de «skate» diseñada por el berlinés Michel Majerus, una de las instalaciones «estrella», a priori, junto con la de Richard Serra, de la futura Bienal. Se trataría, en palabras de Szeemann, de que el público que visite la Cartuja a partir de septiembre del año próximo «vaya de sorpresa en sorpresa, haciendo trabajar su imaginación, con propuestas fantásticas».

Por su parte, Juana de Aizpuru, directora gerente de la Fundación Biacs e impulsora de esta primera bienal, confirmó a ABC que va a poner en marcha en breve plazo la denominada «asociación de amigos de la Bienal de Sevilla» al estilo de otras ya existentes en el mundo surgidas a rebufo de acontecimientos de este tipo y de la que se podrá formar parte con aportaciones individuales desde 100 euros. Los «socios» tendrán derecho a invitaciones para asistir a las exposiciones y otras ventajas relacionadas con el evento, de cuyas actividades paralelas, apoyadas por el Ayuntamiento hispalense, informó el jueves este periódico.

Con esta iniciativa se pretende fomentar, según Aizpuru, «la participación de toda la sociedad civil en este gran proyecto», además de ayudar a laconsecución del presupuesto final de dos millones de euros, del que en este momento hay comprometido ya un veinte por ciento, según fuentes de la Fundación.

Detrás de Norman Foster

Otra de las actividades paralelas previstas es la celebración de un simposio de arquitectos «estrella». Aizpuru ya ha contactado con Norman Foster y otros arquitectos de prestigio internacional, aunque su participación aún está por concretar. La coincidencia en septiembre próximo de la Bienal de Arte con la Bienal de Flamenco no preocupa a la fundación. «Creo que no es malo que coincidan, seremos complementarios», dijo.

SEVILLA. JESÚS ÁLVAREZ

8-11-2003

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