¡Qué grande es ser joven!

¡Qué grande es ser joven! en la galería Birimbao.

¡Qué grande es ser joven! pretende reunir en la Galería Birimbao a un grupo importante dentro de las nuevas generaciones de artistas andaluces. Unas generaciones que están desarrollando un espléndido trabajo, el cual está siendo reconocido mucho más allá de nuestras fronteras.

La exposición colectiva

Los límites de la sala y la cantidad de artistas seleccionados determinan el número y tamaño de las obras presentadas, a pesar de ello, la exposición consigue mostrar una panorámica general del trabajo que se realiza en nuestra región, a la vez que permite una visión individualizada del quehacer de cada uno de los artistas que participan.

El diseño y dirección del montaje ha sido realizado por Juan María Vélez, y el texto de sala, que os acompañamos, por el crítico de arte Sema D’Acosta,  jóvenes también que destacan cada uno en su actividad profesional.

        

¡Qué grande es ser joven!

AUTORES: Rorro Berjano, Miguel Cabeza, María Cañas, María Caro, Ming Yi Chou, Alejandro Durán, Mª José Gallardo, Rubén Guerrero, Juan del Junco, Cristina Lama, Miki Leal, David López Panea, Gloria Martín, Javier Martín, Paco Montañés, Andrés Monteagudo, Ramón David Morales, Ruth Morán, Felipe Ortega Regalado, Jesús Palomino, Aurora Perea, José Miguel Pereñiguez, Paco Pérez Valencia, Cristóbal Quintero, José Antonio Reyes, MP & MP Rosado, Patricia Ruiz, Matías Sánchez, Miguel Soler, Simón Zabell, Jesús Zurita.

Galería Birimbao. C/ Alcázares, 5.-   41003 Sevilla
 
INAUGURACIÓN: Martes, 14 de Abril a las 20 horas

Del 14 de Abril al 13 de Mayo de 2008

Lunes de 18 a 21 horas. De Martes a Viernes de 11 a 13,30 y de 18 a 21 horas.  Sábados de 11 a 14 horas.
 


Generación Boom-Boom

por Sema D’Acosta

No hace mucho, en una charla distendida en Madrid donde había varios especialistas conocidos de la capital, todos convenían en destacar el excelente momento artístico que vive actualmente Andalucía, una región pródiga en buenos creadores que siempre ha aportado figuras interesantes al panorama nacional. Ninguno de los presentes, y eran varios, tenía la menor duda de que nuestra región será una de las protagonistas en los próximos años, porque coinciden en estos momentos en nuestra comunidad autónoma determinadas circunstancias favorables que dan como resultado una pléyade de creadores de primer nivel cargados de motivos y razones para ser tenidos en cuenta. Una generación vigorosa convencida de sus posibilidades, que por encima de cualquier desavenencia o contrariedad, confía en la expresión como un modo verdadero de traducir los reductos inescrutables de la realidad. No importa el medio ni la interpretación particular que se haga, eso ya depende de cada uno (da igual si es fotografía, una instalación, un dibujo o pura pintura), lo realmente relevante es tener cosas que decir y saber cómo decirlas. Desenfado, descaro y apetito son tres de los argumentos que esgrime esta generación desacomplejada que cree en la complementariedad y no la competencia, un grupo de jóvenes que se caracteriza por preferir compartir antes que trabar, el modo más inteligente de afrontar las adversidades cobijados en la fortaleza (y confianza) que dan las buenas apoyaduras.

Desde que se iniciara el nuevo siglo, y más concretamente en el último lustro, al amparo de ese vitalismo positivo tan característico de estas tierras del sur, se han aglutinado inquietudes comunes en diferentes iniciativas, energías que han servido para catalizar capacidades y trazar caminos participados, una ruta que han potenciado el discurso general y que se ha visto reforzada fundamentalmente por la creación de una nueva red de grupos y lugares –de personas y sitios-, que han apostado de manera encendida, a la par que convencida, por los valores autóctonos. En Sevilla, la Richard Channin Foundation, Sala de eStar y Blitz. En Málaga la revista digital Lafresa, la recién estrenada facultad de Bellas Artes y todo lo que orbita alrededor del CAC. En Granada, los movilizadores han sido la beca Manuel Rivera, el Centro José Guerrero y el Palacio de los Condes de Gabia. En Córdoba, la Fundación Botí y la sala Puertanueva. En Almería la ALBIAC. En Cádiz, la sala Rivadavia. En Huelva, la sala Siglo XXI o las becas Daniel Vázquez Díaz. En Jaén el palacio de Villardompardo. Incluso en ciudades tan alejadas como Valencia, a través del portal de documentación LOS CLAVELES se ha organizado una macro-exposición de pintura sevillana en la Fundación Chirivella Soriano. A todo esto hay que sumar el compromiso abierto de las instituciones (especialmente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía a través del programa INICIARTE), y de algunas propuestas privadas (por destacar casos concretos, resaltar el trabajo que hace Cajasol en Sevilla o la fundación NMAC Montenmedio en Cádiz), un sinnúmero de impulsos que dan como resultado una suma sorprendente de iniciativas inconexas que comparten una misma convicción: avivar la llama del arte contemporáneo, reverberación animosa que explica la riqueza del periodo actual, un momento bullente, agitado y especialmente creativo.

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