CAAC: Goya, Picasso, Dalí …

CAAC. Centro Andaluz de Arte Contemporáneo

  El CAAC presenta tres exposiciones de forma simultánea: «Instinto y moral», con obra gráfica de Goya, Picasso y Dalí;«Accionismo vienés», que reúne unas 400 obras del coleccionista Julius Hummel y una selección de 100 obras del mismo coleccionista.


El Centro Andaluz de Arte Contemporáneo sentó ayer un precedente en su programación al presentar tres exposiciones de forma simultánea: «Instinto y moral», con obra gráfica de Goya, Picasso y Dalí;«Accionismo vienés», que reúne unas 400 obras del coleccionista Julius Hummel de los artistas Brus, Nuehl, Nitsch y Schwarzkogler; y una selección de 100 obras del mismo coleccionista con piezas de Duchamp, Warhol, Man Ray… 

Uno de los elementos comunes de estas tres muestras es que se podrían englobar bajo el epígrafe global de «Instinto y moral», lema que encierra la exposición que reúne obras de Goya, Picasso y Dalí. De Goya se presenta una selección de su serie de «Los desastres de la Guerra» (1810-1815), ahora que precisamente se celebra el bicentenario del inicio de la Guerra de la Independencia. Lo más destacado es que esta serie que aquí se expone fue estampada por Calcografía Nacional en el año 1937 para obtener fondos para la República Española, en plena Guerra Civil.

De Picasso se ofrece una selección de su popular «Suite Vollard» (1931-1937), en donde florece el erotismo carnal y creativo bajo el disfraz de la mitología clásica. Finalmente, esta exposición se completa con las ilustraciones que Salvador Dalí realizó en el año 1934 del libro «Los cantos de Maldoror» (1868), de Lautréamont. Para esta primera muestra se ha acondicionado un nuevo espacio museográfico, la capilla de Colón, que permite que las obras expuestas se conserven en un perfecto estado de humedad porque se han cegado los ventanales de la parte superior de la capilla. Esto permitirá en un futuro albergar más exposiciones en dicho espacio.
Para el director del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, José Lebrero, la relación que se ha dado en el arte entre el instinto y la moral hace que estos elementos no sólo se puedan ver en las obras expuestas de Goya, Dalí o Picasso, sino también en la muestra del Accionismo Vienés y en la colección Hummel, con obras de Warhol, Man Ray y Duchamp, entre otros.

Accionismo Vienés

Aparte de la muestra de Goya, Picasso y Dalí, la exposición más interesante que ofrece el CAAC es la del llamado Accionismo Vienés, un movimiento de vanguardia que se desarrolló entre los años 1960 y 1970 y que surge como consecuencia de la situación crítica de posguerra que vivió Austria tras la finalización de la Segunda Guerra Mundial. Esta muestra que ahora se presenta en Sevilla y que será el único lugar de España en donde se pueda contemplar, reúne 400 obras de la colección de Julius Hummel. En ella se pueden ver dibujos, pinturas, fotografías, vídeos, etc.
En palabras de la comisaria de estas muestras, Pilar Parcerisas, «el Accionismo Vienés fue un movimiento único de vanguardias dentro del siglo XX, que se expresó a través de dibujos, fotografías, películas y otras manifestaciones artísticas». Según esta experta, el nacimiento de esta corriente se debe a un movimiento histórico particular, el despertar de Austria como país independiente tras la Segunda Guerra Mundial. En esas condiciones, una serie de artistas quisieron reaccionar frente al expresionismo abstracto americano y el informalismo europeo, desarrollando un existencialismo de posguerra.

En el Accionismo Vienés, la influencia de Freud llevó a que la pulsión de las fuerzas del inconsciente atravesara al sujeto utilizando el cuerpo como conducción física y camino de la liberación. Según Pilar Parcerisas, «el cuerpo se transforma en un elemento subversivo y se crea una nueva forma de arte. El cuerpo acaba convirtiéndose en un elemento para la revolución». De esta manera esta experta comentó que la generación de los artistas activistas vieneses consiguen un despertar de Austria después de la Segunda Guerra Mundial.

A partir de 1965 llevan sus acciones al público y son más revolucionarios aún si cabe, siendo precursores de las performances que se desarrollarán en otros países como España.

Günter Brus (1938) centra sus primeras acciones en el cuerpo como origen directo de la pintura. Con sus Auto-pinturas, («self paintings»), inaugura un método analítico sobre el cuerpo, al que va incorporando un arsenal de pequeños objetos e instrumentos. El protagonismo de los objetos lo conduce a las «Auto-mutilaciones», que le transforman en héroe y mártir. Especialmente dramático es el caso de Rudolf Schwarzkogler (1940-1969), que fue un esteta que trató en sus obras la crueldad, bajo una atmósfera esterilizante de hospital, redimida por el artificio de la cosmética. Tras el exilio voluntario de Brus, Muehl y Nitsch, este artista se acabó suicidando.

Finalmente, la tercera muestra es «Colección Hummel», que ofrece cien obras entre las que se muestran piezas de Duchamp, Warhol o Man Ray, entre otros.

ABC. Jueves, 13 de marzo de 2008

ANDRÉS GONZÁLEZ-BARBA

www.abc.es

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