The Richard Channin Foundation llena de arte Sevilla

The Richard Channin

The Richard Channin Foundation, un colectivo formado por cuatro jóvenes artistas que se han erigido en defensores de una estética barriobajera y narcisista, abre hoy las puertas de su estudio-fundación en Sevilla para demostrar que no están solos. El colectivo, formado por Miki Leal, Juan del Junco, Fer Clemente y Luis Germán, cuenta con el apoyo de un buen número de artistas ya consagrados a nivel nacional y, algunos internacionalmente, como Fede Guzmán, Juan F. Lacomba, Miguel García Delgado Gea o Nuria Carrasco.

En total son 35 creadores los que participan en la 'exposición inaugural del showroom' con obras de pequeño formato. Además de los citados, la 'puesta de largo' de The Richard Channin Foundation cuenta con obras de Pilar Albarracín, David Colinas, Paka Antúnez, Alonso Gil o Txuspo Poyo. Esta especie de estudio-laboratorio estará abierto todos los jueves y los viernes hasta el 23 de febrero.

'El nombre del grupo es casi un juego de palabras. Nosotros cultivamos una estética que denominamos chana y, además, hemos crecido amamantados por la televisión, con series como Falcon Crest, así que decidimos aprovechar la coincidencia del nombre de uno de los personajes más malvados de la serie', comenta Miki Leal, que el pasado diciembre presentó en la galería Isabel Ignacio de Sevilla la muestra Proyecto para un oasis.

'Saboteadores'
En esta curiosa exposición, en la que las piezas no exceden los 50×70 centímetros, hay pintura, escultura, fotografía, vídeo e instalaciones. Además del pequeño formato, las obras sólo tienen en común la confianza que sus autores han depositado en estos 'saboteadores del buen gusto', como apunta Juan F. Lacomba.

Es precisamente Lacomba quien ha definido la palabra chano. 'Término neocheli de génesis y circulación exclusiva dentro de la familia artística The Richard Channin Foundation'.

La obra de los cuatro artistas, que tienen entre 25 y 28 años, parte de un planteamiento común, pero se expresa de formas muy distintas. Se trata de una estética cercana al kitsch y una actitud ante la vida cargada de narcisismo y fascinada por la inmediatez de la imagen. Bolígrafo, plástico, fotografía manipulada por ordenador, pintura e instalaciones son las bazas que manejan los cuatro chanos para construir mundos en los que reina una 'felicidad hortera'.

MARGOT MOLINA  –  Sevilla . EL PAÍS  –  Andalucía – 28-01-2001

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