El Museo de la Autonomía reúne la obra de las generaciones de la creación abstracta en Andalucía.

Mar Moreno y Antonio Cáceres en la inauguración del evento.

-El Museo de la Autonomía de Andalucía acoge hasta el 11 diciembre la exposición ‘Figuras de la Abstracción. Colección Cajasol’, que reúne a los autores más importantes de esta vanguardia artística en Andalucía. La muestra se puede ver por vez primera en Sevilla gracias a la colaboración entre el Centro de Estudios Andaluces y la Fundación Cajasol.

La exposición ha sido inaugurada por la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, quien ha destacado que "enseña la evolución del arte en Andalucía, donde además de una transición política hubo una apertura general de todo el mundo cultural y económico y un cambio profundo pasando de la tradición a la vanguardia en la comunidad".

Moreno ha indicado que esta exposición "representa obras de arte de los años 60, 70 y principios de los 80, con una colección muy importante de artistas", por lo que ha resaltado que la Junta "está muy satisfecha de que en el Museo de la Autonomía se incorporen también otras visiones de la Transición, en la que Andalucía siempre estuvo en primera línea política y también artística".

La Colección Cajasol cuenta entre sus fondos con una completa representación de obras de los artistas andaluces que actuaron como precursores de la creación abstracta. En esta propuesta expositiva se muestran las dos primeras generaciones de creadores que, desde mediados de los años 60, comienzan a desarrollar desde Sevilla su trabajo en este ámbito. Desde obras pioneras como las de Juan Suárez, José Ramón Sierra, Gerardo Delgado, José Soto y Manuel Salinas – que consiguen trascender el panorama local y alcanzar cotas de repercusión a nivel nacional e incluso internacional – hasta obras de artistas como José María Bermejo e Ignacio Tovar, representantes de una generación posterior, que dan continuidad a esta línea de trabajo.

‘Figuras de la Abstracción’ reúne un total de 14 piezas pictóricas de diferentes técnicas, como óleo, collage o acrílico, representativas de la irrupción en Sevilla de esta vanguardia artística. La exposición combina varias etapas históricas dentro del movimiento de la abstracción, cuyo inicio sitúa el crítico de arte José Yñiguez –autor del catálogo de la muestra– “el 25 de febrero de 1967”. Ese día, la desaparecida galería de arte ‘La Pasarela’ inauguraba la exposición individual de José Ramón Sierra titulada: ‘Doce paisajes divididos en tres capítulos sobre la rendición de Breda, construidos en 1966 y 1967’. Gracias a ‘La Pasarela’ –y también a partir de la década de los 70 a la galería ¡Juana de Aizpuru’–, no sólo José Ramón Sierra, sino también Gerardo Delgado y Juan Suárez, entre otros, realizaron sus primeras exposiciones, revolucionando así un panorama que hasta entonces permanecía anclado en cánones academicistas.

Contexto histórico

A través de ‘Figuras de la Abstracción’, el Museo de la Autonomía de Andalucía propone reflexionar sobre los cambios sociales que acompañaron el despertar del panorama artístico y el modo en el que las claves del movimiento moderno calaron en el tradicional entramado social sevillano. “Hace cuarenta años –ha recordado Yñiguez– el arte tenía más influencia en la imagen de la ciudad y estaba controlado por la academia”. “La vanguardia y, sobre todo, la abstracción eran anatemas, condenadas por la gracia de Dios como tumores malignos que mataban al verdadero arte”, ha señalado el artista.

La Sevilla de los 60 era una ciudad con escasa sociedad civil, ruralizada, cuya economía dependía en buena parte de la actividad agrícola. La escasa industria, con fuerte presencia estatal se encuentra en crisis, lo que incentiva la lucha obrera y clandestina, así como la actuación de los sindicatos. Surgen, en paralelo, las primeras protestas estudiantiles y las actividades culturales, sobre todo el teatro universitario, que sirven de enganche a la contestación política.
 En este clima proclive a actitudes rupturistas, la labor impulsada por las primeras galerías de arte y otras iniciativas como la puesta en marcha de un Museo de Arte Contemporáneo; las páginas de crítica semanal en ‘El Correo de Andalucía’; o la creación, pese a su corta vida, del Centro de Arte M-11, hicieron de la década de los 60 una época esperanzadora para la renovación plástica en la ciudad, dando a luz a estas primeras generaciones de creadores abstractos que si bien “no tenían una opción estilística precisa ni un programa a cumplir”, sí estaban unidos por “una vocación de compromiso con la modernidad y con la revisión y la renovación constante de los supuestos de la creación artística”.

(24.09.11).

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