Paco Lara-Barranco se reencuentra con la pintura tras catorce años de ausencia

Paco Lara-Barranco

Paco Lara-Barranco (Torredonjimeno, Jaén, 1964), es un artista que ha necesitado casi quince años de ausencia para volver a encontrarse con la pintura. Profesor de Iniciación al Color de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, se considera un artista multidisciplinar, y tras una primera etapa en la que, como muchos, se inició con los pinceles, se inclinó por otros materiales como los objetos encontrados o la fotografía digital, pasando luego en el 2002 a la creación de cajas de luces.

«Empecé con la pintura en el 87 aunque a los dos años ya hacía cosas que no tenían nada que ver con el óleo y el acrílico. Estaba volcado en mi creación en la realización de estas cajas de luces pero llegó un momento en que me colapsé y, sobre todo es que hacer ese tipo de objetos es carísimo y tuve que buscar otro medio para expresar mi creación. Pero estuve catorce o quince años apartado de la pintura».

En el 2004 volvió a coger el lienzo, «y el reencuentro fue muy gratificante, aunque en las primeras obras me sentí un poco encapsulado. Después en el 2005 seguí trabajando y entonces la pintura comenzó a surgir de forma más fluida, la cuadrícula había desaparecido y aparecía con fuerza el arrastrado, de hecho la mayor parte de los lienzos están hechos con espátula de quince centímetros, con mucho arrastre».

El color de los cuadros, calificado por el autor como «exhuberante y exhibicionista», es el protagonista de cada una de las piezas, de las que destaca un enorme díptico. «Me interesa buscar la autonomía de la obra a través del color. Mis cuadros son abstractos, sin ningún otro apellido. No quiero decirle al espectador lo que tiene que ver. Quiero no condicionar la mirada del visitante, que tenga la libertad de ver en el lienzo lo que quiera o lo que pueda percibir. Ni siquiera pretendo que el espectador obtenga una referencia de la realidad a través de mis cuadros. Nada de eso. Que sienta lo que quiera».

Los cuadros están tan repletos de color que incluso ha habido que eliminar algunas piezas a la hora de montar la exposición en la galería Birimbao. «Algunos cuadros se estorbaban unos a otros, debe ser que tienen excesiva personalidad».

El regreso a la pintura de Lara-Barranco coincide, además, con el retorno de esta disciplina y con gran fuerza, a ferias internacionales de arte como Arco. «La pintura nunca se había ido. A pesar de la infografía, los ordenadores, la pintura es el género por antonomasia. Eso nadie podrá jamás negarlo».

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