Nuevos aires para el arte andaluz. La generación del relevo toma la palabra

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Son los artistas nacidos en la década de los 70 los que han situado, de nuevo, a Andalucía en el panorama español e internacional del arte contemporáneo. Han crecido con el CAAC de Sevilla y han visto inaugurarse el CAC de Málaga. Se han dado a conocer gracias al programa Iniciarte y han visto cómo las galerías locales se abrían camino. Han vivido estos cambios en primera persona y nos lo cuentan.
 
Seguramente es Luis Gordillo el andaluz más internacional. Ha habido otros, como Guillermo Pérez Villalta o Gonzalo Puch. Pero a la hora de hablar de artistas de Andalucía es la generación que surgió en los años 80 la que primero nos viene a la cabeza. Fueron luego Curro González, Abraham Lacalle, Guillermo Paneque o Rafael Agredano los que dotaron de un particular perfil a la pintura andaluza. Y ahora, son los artistas nacidos en los 70 los que toman las riendas. Por supuesto, no están solos. Los centros de arte han crecido con ellos, las galerías han cambiado y las ayudas por parte de la Junta de Andalucía se han profesionalizado. Hemos elegido a ocho de un numeroso grupo que ha vivido este renacer del arte andaluz. Son Miki Leal (Sevilla, 1974), Juan del Junco (Jerez, 1972), José Miguel Pereñíguez (Sevilla, 1977), Jacobo Castellano (Jaén, 1976), MP&MP Rosado (San Fernando, 1971), Carlos Aires (Málaga, 1974), Juan Carlos Bracho (La Línea, 1970) y Cristina Martín Lara (Málaga, 1972).

De la universidad… No se puede decir que las cosas para un artista en Andalucía empiecen con buen pie. Si en algo coinciden todos es en las deficiencias de la Universidad. Tanto da en Sevilla como en Granada. “La formación académica es buena -asegura Miki Leal-, la asignatura de dibujo es impecable, pero de cómo organizar un proyecto, presentarse a una beca o tratar con una galería, de eso no se habla”. Para Del Junco es “una escuela del siglo XIX. La mayoría de los profesores no son artistas y no te pueden enseñar a ser un artista”. Con el debate surgen las ideas: “Debería promoverse la contratación de profesores del tipo ‘asociados’ -dice Castellano-, especialistas de prestigio que ejercen su actividad profesional principal fuera del ámbito académico”. Aunque, como apunta Carlos Aires, el sistema educacional andaluz es tan fracaso como el sistema nacional.

…A Iniciarte. Sin embargo, no ocurre lo mismo al acabar la carrera. En 2006 el panorama para los artistas jóvenes andaluces cambió: ese año nacía el programa de arte emergente Iniciarte. Dependiente de la Junta, ofrece becas y diversas ayudas a casi todo aquel que lo solicita. “Realmente ha dinamizado el panorama. Te da la oportunidad de tener desde un catálogo hasta una residencia fuera”, cuenta Pereñíguez. “Es lo que nos ha salvado a todos. Es un regalo”, añade Martín Lara: “Iniciarte aglutina las ayudas a la galería, de promoción nacional y en el extranjero, bolsa de compra, producción de obra, financia materiales”. Además, gracias a este programa, un artista andaluz accede cada año al prestigioso centro berlinés Bethanien, algo a lo que no optan desde otras comunidades. En la pasada edición de ARCO se presentó el anuario de Iniciarte y allí se podía ver, como explica Del Junco, que ayudan a los proyectos más variopintos, “tanto a un artista que ya trabaja en Madrid como a un joven que empieza en Cádiz. Era algo muy necesario”. Aunque son los que mayor presupuesto destinan (733.472 euros en 2009), Iniciarte no es la única. CajaSol, con Francisco del Río a la cabeza, está llevando a cabo una importante labor de promoción de arte joven andaluz, con experiencias como La estrategia del calcetín (2006) y produciendo obra directamente. También Yolanda Romero desde el Centro José Guerrero o el CAAC de Sevilla (allí estuvieron Juan del Junco, los Rosado, Jesús Zurita o Simón Zabell) han financiado proyectos emergentes. Ahora parece que el testigo lo ha tomado el CAC de Málaga donde ha expuesto ya el sevillano Matías Sánchez y donde preparan exposición Carlos Aires o Cristina Martín Lara.

Las nuevas galerías. Una nueva generación de galerías también está cambiando el perfil artístico de la comunidad andaluza. Son pocas y con muchas dificultades (por algo emigraron de Sevilla a Madrid Pepe Cobo y Juana de Aizpuru, y de Algeciras se fue Magda Bellotti), pero gracias a gente como Javier Marín en Málaga, explica Martín Lara, “que se atrevió a mostrar un panorama diferente”, las cosas están cambiando. Pero el peso de la tradición es mucho y lo contemporáneo cuesta. “Aquí reunir a 80 personas ya es todo un logro -dice Manuel Rosado-. El escaparate es complicado porque la gente no va a las exposiciones”. Además, los principales coleccionistas son instituciones: el CAAC, Montenmedio, CajaSol, Unicaja y el CAC, por lo que el mercado es limitado. Birimabo y Full Art en Sevilla, donde Rafael Ortiz sigue siendo el protagonista, Sandunga en Granada (acaba de estrenar nuevo y ampliado local), JM o Isabel Hurley en Málaga son las galerías mejor situadas también fuera. Juan Carlos Bracho da la noticia: la veterana Carmen de la Calle abre nuevo espacio en Jerez donde compaginará galería y espacio de proyectos.

Después de la BIACS. A pesar de que cada dos años un comisario estrella llega a Sevilla y La Cartuja se viste con sus mejores galas, la Bienal no ha supuesto un antes y un después para la vida artística local. Miki Leal y los Rosado han sido algunos de los pocos andaluces participantes pero, incluso ellos, que reconocen el trampolín que supuso estar en el evento, están de acuerdo: “El esfuerzo que se lleva a cabo no tiene continuidad y para la ciudad no supone nada”, asegura Leal. O, como dice Carlos Aires: “Es un monólogo, no hay debate, no se genera el diálogo suficiente para que esos comisarios visiten los talleres, por ejemplo”. Sin embargo, ninguno duda en reconocer su importancia, aunque sea relativa. “No nos vamos a quejar -dice Juan del Junco- de que haya más arte contemporáneo en una ciudad como Sevilla”.

Espíritu generacional. Son muchos los que han salido de Andalucía, los que se marcharon con beca o residencia y no han vuelto: Aires, Martín Lara, Castellano… Pero quizá haya servido para unir a los que se quedan: “Tenemos mucha afinidad y yo no tengo la sensación de que vivimos aislados. Creo que sí hay dinamización de la escena en este sentido. Quizá no exista el sitio adecuado pero sí hay una red de relaciones entre nosotros que salva esa carencia”, dice Pereñiguez. También Del Junco es de los que creen que hay un grupo, sobre todo en Sevilla, que funcionan como una piña, que hablan de arte, de sus proyectos: Miki Leal, Jesús Palomino, los Rosado… “Yo tengo conciencia de andaluz y me gusta vivir en Andalucía y no creo que sea una traba para ser artista”.

Paula ACHIAGA

www.elcultural.es

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