Pepe Espaliú

Pepe Espaliú.

El 2 de noviembre de 1993 el manto cruel de la muerte envolvió para siempre a Pepe Espaliú (Córdoba, 1955), uno de los artistas que en la década de los ochenta impulsaron y renovaron el adormecido panorama plástico andaluz.

Fue, precisamente, desde la sevillana revista Figura donde Guillermo Paneque, Rafael Agredano, Patricio Cabrera, Pepe Espaliú o el mismo Pepe Cobo, sentaran las bases teóricas de una avanzadilla artística que era necesaria a todas luces y que contribuyó al afianzamiento en una posición definitiva rupturista. Pepe Cobo, su galerista de tiempos de La Máquina, presenta una exposición que nos muestra, desde las bases estructurales de un dibujo conformador, las máximas de una obra que desde un principio manifiesta una clara vocación literaria. Lo conceptual se hace más que presente. Existe una tensión latente entre los elementos formales y su correlación ideográfica. Hay necesidad de lo ambiguo, de ir más allá de lo concreto. Las obras se repliegan en sí mismas para adoptar mensajes insinuantes; aluden a la sexualidad, a la opresión alienante de la sociedad urbana, al vacío personal, a la intransigencia y, al final, la terrible circunstancia de su enfermedad, el sida como grito agónico que buscaba la comprensión -y la información- de una humanidad que, en aquellos años, todavía parecía jugar un papel receloso. Pepe Espaliú se hizo abanderado de aquella causa y a través de sus carryings era conducido en brazos de una interminable cadena humana con objeto de llamar la atención hacia tan cruel realidad. Y todo con un lenguaje metafórico donde abundan las figuras de jaulas, muletas, tortugas, maniquíes o simples barras. 

Galería Pepe Cobo. Sevilla. Plaza del Cristo de Burgos, 5. Hasta el 2 de junio.

www.elcultural.es / Bernardo PALOMO 

Deja una respuesta