Los nuevos del arte español ( ARTE EMERGENTE ESPAÑOL)

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Directores de museos, galeristas, teóricos y artistas nos dan los nombres del futuro

Son muchos y desconocidos para la gran mayoría del público. Son los artistas emergentes, el aire más nuevo del universo artístico español. Directores de museos, teóricos, galeristas y creadores consagrados se arriesgan a señalar a los jóvenes con más futuro. El abanico es enorme, pero aquí han quedado algunos nombres que, posiblemente, se instalen en la historia del arte contemporáneo. Dejarse enamorar por una obra, buscar esa chispa de inteligencia que transmite, desconfiar de las modas, son algunos de los consejos de estos diez conocedores del arte más actual para no equivocarse a la hora de elegir a un artista joven. No les pierdan de vista.

La obsesión

He querido elegir a dos artistas que trabajan ahora y que, seguro, que van a seguir trabajando en el futuro. Porque el problema principal al hablar de arte emergente es que hay artistas que surgen durante un determinado momento pero que luego se demuestra que no tienen continuidad. Por eso apuesto por Xavier Mascaró, el típico artista joven que, sin abandonar la escultura tradicional hace una obra personal, propia, con empuje y fuerza, muy inteligente; y por José Antonio Orts, un valenciano que realiza instalaciones con sonido, relacionadas con la presencia y disponibilidad del cuerpo humano, de manera que según dónde se sitúa el cuerpo humano que las contempla van creando un ritmo. Es también un trabajo muy personal.

Creo que los artistas jóvenes deben, sobre todo, ser muy obsesivos; la obsesión es una de las características esenciales para que un artista tenga continuidad en sus conceptos. No hay que olvidar que cuando un artista descubre un concepto, “su concepto”, debe profundizar en él, porque ésa va a ser la esencia de toda su obra; los conceptos no cambian, pueden cambiar las maneras de abordarlos, de aproximarse a ellos, pero nada más. Por eso es importante persistir y no dejarse llevar por las modas. MIQUEL NAVARRO (artista)

Lejos del dogmatismo

Es muy difícil dar un sólo nombre. Mi apuesta es triple: elijo a Carles Congost, Jesús Palomino y Alberto Peral, por razones diferentes en cada caso, tan diferentes como resultan sus propuestas. Carles Congost resulta transgresor desde una apariencia de frivolidad. Jesús Palomino es un esteta de los materiales pobres y Alberto Peral parece casar a Brancusi con la cultura popular. Los tres parecen alejarse de lo didáctico y lo dogmático, lo cual se agradece en la actualidad. En una joven promesa se busca evidentemente tanto talento como originalidad. A mí me gustan los artistas que, siendo muy conscientes de lo que pasa en cada momento, sepan articularlo de una forma personal. ENRIQUE JUNCOSA (subdirector del Reina Sofía)

El efecto sorpresa

Creo que hay mucha gente joven a la que valdría la pena citar, la elección es difícil, y, además, la decisión de nombrar a unos sí y a otros no responde más al gusto personal que en otro tipo de artistas. Dicho esto, me atrevo a elegir a Sergio Prego, Santiago Sierra (más conocido pero todavía emergente) e Itziar Okariz.
En cada momento el artista está expresando el mundo que le rodea y con los medios que le rodean. En los tres mencionados, tanto la actitud como la técnica se corresponde a su tiempo; están expresando, intentando preguntarse sobre el mundo que les rodea. Ellos plasman la nueva realidad, hacen preguntas y eso les ayuda a sorprender al espectador. SOLEDAD LORENZO (galerista)

La fugacidad de lo joven

Cuatro artistas jóvenes con futuro son Sergio Prego, Diana Larrea, Sergio Belinchón e Iván Díaz. Entiendo por artista emergente aquel que planea algo interesante dentro del panorama contemporáneo y todavía no es bien conocido por el público. Los artistas emergentes no tienen que ser “jóvenes” recién salidos, sino personas que en este momento están incorporando elementos novedosos que amplían el espectro de lo contemporáneo. No son artistas que surgen de la nada sino que tienen un amplio bagaje y que han sabido prosperar en su obra y, sobre todo, que han utilizado positivamente el sentido de equivocación y evolución. Comisarios, teóricos, críticos, galeristas y coleccionistas serán los que finalmente hagan que prospere o no el reconocimiento amplio del trabajo. Artistas nuevos que gozan de un reconocimiento en su “despegue” pueden acabar en cuestión de de poco tiempo en el anonimato o, lo que es peor, la falta de interés general añadida a su firma. En este sentido el medio artístico es muy cruel pues no suele perdonar las oportunidades fallidas. Pero, ¿quién dice si algo se ha desarrollado bien o ha fallado? Recorrer los catálogos de las Muestras de Arte Joven del Injuve y observar el desarrollo que han tenido los artistas que se han presentado en los últimos quince años es un ejercicio de vanidad recomendado si lo que queremos es darnos cuenta de lo fugaz y sobre todo lo difícil que es mantener el interés dentro de este pequeño sistema artístico que es el español. RAFAEL DOCTOR (comisario de exposiciones)

Del cine y el pop

El contexto que conozco mejor es el del País Vasco y dada la cantidad y calidad del arte que aquí se está realizando es realmente muy difícil dar un solo nombre. Jon Mikel Euba, Itziar Okariz y Sergio Prego son mis tres apuestas de jóvenes con futuro. Se trata de artistas que llevan cierto tiempo trabajando fundamentalmente en medios como el vídeo y la fotografía, sobre aspectos muy sutiles de la relación entre acciones radicalmente corporales y narrativas híbridas con complejas referencias tanto a la cultura de los clásicos cinematográficos como a la cultura más pop del cómic, el videoclip y la televisión comercial. Dentro de la gran profusión de trabajos en vídeo y fotografía actuales sus aportaciones me parece que marcan una gran diferencia.

El problema actual es que las cosas van rápidas y, en general, no existe una adecuación de sensibilidades entre las personas que están en la posición de destacar el trabajo de un artista joven y la de los propios artistas. Por ello es frecuente encontrar en exposiciones selecciones de artistas jóvenes, en apariencia similares en interés y sin embargo las diferencias en calidad o en contemporaneidad pueden llegar a ser abismales. La dificultad para discriminar en la actualidad se debe entre muchas razones ( sin desdeñar la clásica pereza intelectual de muchos críticos españoles) a la confusión existente con los medios. A los que les interesa el vídeo y la fotografía no miran pintura o escultura y viceversa. Las características que se buscan en un artista joven, por lo general, suelen responder a criterios anticuados. Más que juzgar o seleccionar, lo interesante sería intentar entender y compartir la experiencia artística que por definición es cambiante, y desde ahí dejar que las cosas caigan por su propio peso. TXOMIN BADIOLA (artista)

Inquietante y ambicioso

Me interesan muchos artistas españoles que responden al perfil de “joven y emergente” (denominación, por cierto, bastante sosa). Entre ellos, desde luego, está Salvador Cidrás, el próximo artista del que inauguramos exposición en el CGAC.

En una joven promesa hay que buscar que sea inquieto, curioso y se plantee preguntas; que, como espectador, me inquieten sus planteamientos y/o sus imágenes; que sea ambicioso en sus objetivos, pero generoso en su entrega. Que sus elecciones (sus influencias) tengan interés y no las siga de modo mimético. Poco importa que sea silencioso o fabulador, atiendo más a la obra y su entorno, incluso a como la acompaña al presentarla. Particularmente, conecto muy bien con esos artistas entregados en su trabajo aunque exigentes en extremo, esos que parecen caprichosos pero que muestran hilos que te permiten descubrir las razones de sus elecciones. Si, además, poseen cierto sentido de la medida, no son plañideras y no piensan que el mundo tiene por primera obligación hacerles felices, seguro que hasta es un placer, un auténtico lujo, trabajar junto a ellos. Como ocurre con Salvador Cidrás. MIGUEL FERNáNDEZ-CID (director del CGAC)

Trabajo constante

Me interesa mucho el trabajo de Mireia Masó, que realiza un arte más alternativo que se mueve en varios terrenos. La he elegido a ella sobre todo por su honestidad, por su claridad y su implicación y porque se mueve en este terreno con modestia, que creo que es una de las mejores formas de avanzar en este mundo del arte contemporáneo. Ha trabajado en instalaciones, también ha realizado piezas en cerámica y dibuja mucho. Es muy libre de pensamiento y esto es una de las cosas que más me interesan de ella. Mi segunda elección es un pintor-pintor, un artista que cree en la pintura: Oriol Vilapuig. él tiene muy claro que es eso lo que le interesa y creo que ya está dando buenos e importantes resultados.

Hay artistas jóvenes que me preguntan qué estrategia deben seguir y yo les digo que el trabajo es lo único que a la larga va a dar resultados. El que sigue una estrategia puede parecer que emerge en un momento determinado pero esas estrellas se apagan muy deprisa. Es uno de los peligros de los que quieren ir muy deprisa y creen que deben seguir un programa determinado para triunfar. El trabajo constante, hacer lo que uno cree, eso es lo importante, más que el seguir unas estrategias que pueden dar un resultado rápido pero poco duradero. JOAN HERNáNDEZ-PIJOAN (artista)

Arte de consumo

En un principio estoy en desacuerdo con la idea de dropped names (listado de nombres), considero que responde a una concepción casi darwinista de la historia del arte más propia de los parámetros del siglo XIX que los actuales criterios del arte. Hoy la cultura forma parte de una industria -incluso turística- que la sitúa en un espacio de consumo. Apuesto por artistas que han sabido adaptarse a esta situación nueva, no tanto a nivel formal, sino por trabajar con procesos reales a caballo entre el documental y la ficción. En esta línea estarían Marcelo Espósito, Rogelio López Cuenca, o Pedro G. Romero…

Una segunda línea de trabajo que valoro en los jóvenes artistas es la capacidad para cambiar la concepción espacio/tiempo del arte en relación con el cuerpo humano, una transformación llevada a cabo mediante el tratamiento del sonido y el uso del cine. Como Dora García o Pep Agut. MANUEL BORJA-VILLEL (director del MACBA)

La chispa inteligente

Una apuesta segura es Luis Vigil, porque fuera de las modas y siguiendo una técnica para algunos en desuso como es la pintura (no para mí, por supuesto) hace una obra transgresora sin echar mano de los efectos al uso. Realiza una pintura con lenguajes que se podían vincular a una cierta academia pero con algo muy perverso a la vez. Si yo tuviera que elegir a varios artistas nuevos para, pongamos, una exposición, buscaría en sus obras una especie de chispa de inteligencia unida a un saber usar el lenguaje que utilice. Trataría de evitar elegir a gente que simplemente sigue la moda (por ejemplo, en este momento no escogería a nadie que haga instalaciónes con fotografía que es lo que hacen todos). Pediría también un buen manejo del medio, pero esto en segundo plano: el arte es sobre todo producto de la inteligencia; prefiero un artista que demuestre su inteligencia aunque sea más torpe con la técnica. Y si tengo que elegir a dos galerías cuya línea relacionada con los jóvenes me interesa éstas son My name's Lolita Art (Madrid-Valencia) y Syboney (Santander). GUILLERMO PéREZ-VILLALTA (artista)

Jóvenes para siempre

En España hay un cierto tipo de trabajos y de prácticas artísticas que siempre van a ser tachadas de “emergentes”. Tienen la rara cualidad de despuntar a pesar de la falta de criterios y de apoyo y, las más de las veces, debido a la inseguridad de opinión, nunca dejan de ser emergentes y nunca llegan a ser consideradas seriamente. En cierto modo, eso no es malo porque te hace cuestionar las cosas y no dar nada por sentado, es decir, te hace seguir trabajando. Gente como Rogelio López Cuenca, Marcelo Espósito, Jorge Ribalta, Antoni Abad, Federico Guzmán, Pedro G. Romero o Ramón Perramón, entre otros, son artistas que hoy deben ser considerados seriamente entre lo más nuevo del arte español. ANTONI MUNTADAS (artista)

www.elcultural.es

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