Una muestra de El Monte convierte la museografía en un objeto de arte

Fundacion El Monte

Contemplar un montaje expositivo como una obra de arte en sí misma no suele ser habitual entre el público habitual que va a los museos, centros de artes y galerías. Ése es uno de los objetivos básicos que ha perseguido el artista Paco Pérez Valencia en el curso «Escenificación expositiva. Montaje de exposiciones», que ha impartido desde el pasado 5 de mayo en el Centro Cultural El Monte. Ahora, este espacio acoge la exposición «Nuevas miradas», una muestra que recoge los trabajos que sobre museografía han realizado los 55 estudiantes que se matricularon en este curso.

Esta exposición ocupa dos salas gemelas del centro con dos propuestas museográficas distintas. En la primera planta los alumnos han realizado un trabajo sobre las luces y las sombras y sus posibilidades, mientras que el color y los efectos de engaño óptico son los absolutos protagonistas en la segunda planta. De esta manera, en el estudio de las luces y las sombras se ha recreado de alguna manera el mito de la caverna de Platón. En una de las salas se observa una especie de instalación formada por objetos colgantes hacia la que apunta un foco potente de luz blanca que hace que se proyecte sobre la pared un estudio de sombras que van cambiando en función del movimiento de los objetos.

Entre lo didáctico y lo estético

«En esta exposición hemos querido buscar lo didáctico y lo estético, mostrando todo un abanico de posibilidades. Se han usado todos los elementos a nuestro alcance, pero sin desechar la idea de lo artístico».

Para que esta exposición tuviera más consistencia, Paco Pérez Valencia ha planteado unos ejemplos de museografía que en ningún caso son neutros. De ahí que se buscara lo sensitivo. Además se ha pretendido dar unas respuestas determinadas al público que visite esta muestra, «al que probablemente le surgirán numerosas interrogantes», dice el director del seminario.

Entre el grupo de 55 alumnos que se han inscrito en el curso han participado fundamentalmente estudiantes de Historia del Arte interesados en la museografía y alumnos de la Facultad de Bellas Artes. «Lo que sí he echado en falta es la participación de los galeristas», indica Pérez Valencia.

Una de las partes más interesantes de esta muestra son tres largos pasillos sobre los que se proyectan tres luces fluorescentes, siendo sólo una de ellas válidas para el montaje de exposiciones. A medida que el espectador va recorriendo estos espacios lee una línea de texto en donde se explica cuál es el tipo de luz más indicada.

«La polémica está servida porque no nos vale el blanco para todas las exposiciones. La obra de arte es un complemento más de la exposición, aquí nos sirve para resaltar un montaje escénico. Se ofrece al espectador lo que la obra sola no da». No obstante, Pérez Valencia indica que el «museógrafo debe estar siempre en sintonía con el artista».

Por su parte, los alumnos que han participado en este seminario y que han realizado esta muestra -que permanecerá hasta el 30 de junio- se sienten muy satisfechos porque han trabajado en todos los procesos del montaje de una exposición: panelado, luces, construcciones efímeras, pintura de superficies…

ABC SEVILLA // ANDRÉS GONZÁLEZ-BARBA

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