Murió Miguel Pérez Aguilera, el pintor que enseñaba a pintar

Miguel Pérez Aguilera murió a las pocas horas de haber estado entre sus cuadros y sus pinceles. DÍAZ JAPÓN

En la madrugada de ayer fallecía en Sevilla el pintor Miguel Pérez Aguilera, a la edad de ochenta y ocho años.

Nacido en Linares el 11 de febrero de 1915, estudió en Granada y en Madrid, y en 1946 obtuvo la cátedra de Dibujo del Natural en la Escuela de Bellas Artes de Sevilla, ciudad en la que ha residido hasta su fallecimiento.

Según fuentes cercanas a la familia, el pintor tenía por costumbre trabajar en su estudio metódicamente todos los días alrededor de cinco horas. «Llegó del estudio y comió normalmente. Luego se echó la siesta como tenía por costumbre, y ya no recuperó la conciencia. Se ha ido dulcemente y sin dejar de pintar, como él hubiera deseado». El artista había sufrido una operación hace dos años en la que le habían colocado un marcapasos. La causa de la muerte ha sido infarto cerebral.

Su última exposición

El pasado mes de diciembre se inauguró en Sevilla su última exposición: una antológica en la que se reunía obra de su última década. El mismo artista comentaba a ABC en una entrevista publicada el día 11 de diciembre, «conozco cada uno de mis cuadros. Como hacía Picasso, siempre los firmo y les pongo su fecha».

Pérez Aguilera había estudiado en Granada y posteriormente en Madrid, donde tuvo entre otros como profesor a Daniel Vázquez Díaz. Culminó co matrícula de honor todas las asignaturas de Bellas Artes.

Realiza su primera exposición en Barcelona en el año 1943, y en 1945 se presenta en Madrid en una colectiva bajo el epígrafe de «La Joven Escuela Madrileña», muestra en la que están también Palazuelo, José Guerrero y García Ochoa.

Dos semanas después de esta exposición, Pérez Aguilera abandona Madrid para comenzar en Sevilla otra etapa importante de su vida, la de profesor de Bellas Artes.

Un profesor nato

Tras obtener la cátedra de Dibujo en Bellas Artes, comienza a trabajar con los alumnos, sin dejar de exponer, realizando su primera muestra en nuestra ciudad en 1947.

En 1948 visita París, en donde conoce las grandes aportaciones de la pintura postimpresionista. En los años 50 es galardonado en tres ocasiones por la Exposición Nacional de Bellas Artes.

En la época de los 60 decide dejar por dos años los pinceles, y así lo relataba a ABC hace menos de un mes: «me dediqué a pensar que no había avanzado nada en mi obra y me encontré aquí con una pintura estúpida que no me decía nada, así que decidí dejar la figuración, y comencé a buscar hasta que lo encontré y seguí así hasta ahora».

En el año 2002 su obra participó en la exposición «Andalucía y la Modernidad» del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. En los últimos tiempos había expuesto también en las galería Icaria y sobre todo en Birimbao.

Homenajes y reconocimientos

Ha tenido más de diez homenajes en nuestra ciudad, «pero en ellos -se lamentaba- nunca ha intervenido la Facultad de Bellas Artes, aunque sí los alumnos, ellos siempre».

En los últimos años por tres ocasiones se solicitó a la Junta de Andalucía la Medalla de Andalucía para el pintor, sin que ésta haya sido concedida.

Entre sus alumnos, muchos de los nombres más importantes de la pintura de los últimos años: Luis Gordillo, Carmen Laffón, Jaime Burguillos, José Soto, Teresa Duclós, Patricio Cabrera, Santiago del Campo, Félix de Cárdenas, José Luis Mauri, Paco Reina, Curro González, Rolando Campos…, y un larguísimo y prestigioso etcétera.

ABC SEVILLA // MARTA CARRASCO

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