Inmaculada Salinas y Luis Cruz en la Galería Rafael Ortiz

Sin Título Acrílico-lienzo 2009 55 x 46 cm.

Con una exposición conjunta titulada Retrato del deseo se estrenan en la Galería Rafael Ortiz de Sevilla Inmaculada Salinas (Guadalcanal, 1967) y Luis Cruz (Valladolid, 1950). Y digo “se estrenan” porque no podemos hablar de “su primera individual”. Las dobles (en ocasiones, incluso triples) individuales, haciendo coincidir en un espacio dos artistas inconexos entre sí (independientemente de que sus obras puedan llegar a convivir “en paz”) es una fórmula que, aunque algo peligrosa, no deja de extenderse por las galerías. El “comisariado” y exposición de la obra se convierten, en estos casos, en puntos clave (y críticos) ya que, a veces, intereses pragmáticos y organizativos quedan por encima de criterios estéticos y expositivos. 

No es este el caso: Rafael Ortiz, se ha cuidado mucho de seleccionar a dos autores que, al menos, en lo formal (y en poco más que en ello) dialogan perfectamente y ha organizado un montaje en el que, diferenciando claramente espacios, la obra de Salinas y la de Cruz se pueden ver estupendamente sin mutuas interferencias, ni visuales ni interpretativas.

Pero ambas semi-exposiciones se quedan algo cortas por diferentes motivos: nos dejan ver algo más que un esbozo de lo que podían haber sido. Se nota más esta cuestión en Luis Cruz porque su obra se necesita más a sí misma y al apoyo de la contextualización, quizá su pintura requiera de cierta profusión que acompañe y refuerce el empeño del artista por incluirnos en su imaginario. Las obras aquí expuestas, que ya se pudieron ver en la Galería Metta de Madrid en su última individual, pertenecen a dos series: “Lugares inexpresables” y “Medusas en el aire”.

En la primera de ellas se pone de manifiesto la innegable inteligencia de Cruz: sus cuadros tienen oficio y dominio del lenguaje pictórico, son obras atractivas pero que, por el contrario, adolecen de falta de misterio. Estas últimas obras de Luis Cruz se muestran más como “tiene que ser” este tipo de pintura, que como podrían llegar a ser. El collage pictórico, que en una “natural” superposición de elementos (manera que sí puede verse en las “Medusas”, sus mejores piezas) daba a su obra anterior un interés extraño que nos llevaba de la mano a mundos nuevos en cierta medida, ha sido abandonado en aras de un acercase a esa pintura (tan de moda y solicitada en los últimos tiempos) en la que la extrañeza de los espacios representados parece ser una necesidad ineludible. Este dejarse llevar, aparentemente, por lo “actual”, ha despojado a estas obras de sinceridad, acercándolas a terrenos trillados y ya conocidos.

 

Lugares inexpresables  Técnica mixta s- lienzo 2009  92 x 92 cm.

Por otra parte, hay que agradecer al galerista la inteligencia de haber sabido “recoger” y mostrar a una pintora como Inmaculada Salinas, ya en plena madurez, con una natural capacidad evocadora y, hasta ahora, casi oculta al público. Su obra, que no se veía de forma tan completa desde hace tiempo, no quiere ser más de lo que es, y esto le da un tremendo valor. Algunos artistas necesitan recorrer un camino no siempre claro en su trazado ni necesariamente reconocido a nivel público y crítico.

Inmaculada Salinas es un ejemplo de ello: su pintura, apenas vista, ha ido evolucionando y enriqueciéndose lejos de los “círculos” (apenas tres individuales en galerías), ganando (gracias al tiempo y la distancia) en seriedad y serenidad. Las obras mostradas son unos acrílicos, prácticamente monocromos, sobre lienzo de mediano y gran formato, que aúnan tanto una extraña manera de hacer cercana al automatismo como una precisión compositiva que tensan emocionalmente al espectador.

No podemos dejarnos engañar, ante esta obra, creyendo que estamos contemplando mera ornamentación de motivos entre vegetales y geométricos: Salinas parece pintar a dos manos, simultáneamente, consciente y narradora de una realidad que nos rodea y que a muchos se nos escapa y no conseguimos disfrutar. Hay belleza y hay emoción en sus pinturas: nos hubiera gustado ver más.

Por Juan R. Rodríguez-Mateo / www.revistaclavesdearte.com

Retrato del deseo

Luis Cruz / Inmaculada Salinas

Hasta el 23 de abril

 

Galería Rafael Ortiz

Mármoles, 12
41004 Sevilla
telf. 0034 95 421 48 74
 

 

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NOTAS DE PRENSA  · por GALERIA RAFAEL ORTIZ

 

 

INMACULADA SALINAS

“Retrato del deseo”

Del 5 de Marzo al 23 de Abril de 2010

v o c e s

Era importante hacer oír la voz de la mujer. La voz de alguien que espera. ¿Qué significa esperar? Está en las leyes canónicas, decimos, ya está, las mujeres tienen que esperar.”

(…)

“Para dar esa voz al género femenino hay que aguzar el oído. Es como cuando se tiene pasaporte francés: no se oyen muy bien los problemas de los afganos.”

Simon Abkarian

En muchas ocasiones la espera pone en contacto con la muerte, y aparece el transcurrir lento del tiempo, es entonces cuando espera e imposibilidad, espera y parálisis, espera y estancamiento van de la mano.


Si un animal enjaulado tejiera, el resultado tendría ritmos, se leerían como huellas, grietas, silencios, líneas o el rastro de pasos, que comienzan y seguramente terminan en el mismo punto donde se iniciaron.

(…)

Inmaculada Salinas como Simon Abkarian “considera que es su deber como artista provocar la reflexión sobre el mundo que le rodea”. Y se cuestiona ¿Puede incitar a eso la hoy mal llamada pintura ensimismada?. Frente a tanto grito hueco, vacío, anodino, integrado e institucionalizado, ¿Puede acaso, el reflejo de un simple ritmo, el silencio, incluso el gesto suicida o la huida de lo imperante, hacer reflexionar?. O ¿simplemente, lo dejamos pasar como algo “inútil”?

Afirma que quizás es en el momento de las preguntas cuando la vida llega a tener más sentido.

Para Inmaculada oír la voz tiene que ver con algo más profundo que el sonido. La voz es presencia, por eso en sus últimas propuestas pone en funcionamiento una red capaz de recoger y analizar las ausencias y presencias y junto a ellas sus cualidades.

Artista nacida en Guadalcanal en 1967 y licenciada en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla, realizó su primera exposición individual en 1996 y a partir de entonces han sido numerosas las exposiciones en las que ha participado tanto en España, Portugal y Alemania, así como en diversos países de Sudamérica: Colombia, México …

 

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LUIS CRUZ HERNÁNDEZ

“Retrato del deseo”

Del 5 de Marzo al 23 de Abril de 2010

“El collage: es el acoplamiento de dos realidades, en apariencia inacoplables, sobre un plano que en apariencia no les conviene”
Max Ernst.

Como en tantos otros artistas, el universo plástico de Luis Cruz Hernández es persistente. Hay formas asiduamente frecuentadas, que le acompañan como satélites. En un juego que más allá de la pintura, representa una silenciosa llamada de atención sobre las limitaciones de la mirada.

En el inocente procedimiento de recrearse con la disparidad, disimular y desplazar formas y objetos, Luis Cruz Hernández consigue una nueva línea de aventura. Su nuevo camino incorpora ciertos guiños a la forma, nace un proceso de descomposición y restitución muy cercano al “collage” jugando con mestizajes e hibridaciones. De este modo, realidades contrarias se entremezclan torrencialmente en beneficio de una jungla laberíntica de objetos, paisajes entrevistos en su ensoñación, de momentos sin un antes ni un después.

En definitiva, el universo plástico de Luis Cruz Hernández, permanente y al mismo tiempo cambiante, nómada; a fuerza de mirar ha descubierto un nuevo contorno.

Ha realizado numerosas exposiciones tanto en España como en otros países de Europa y América y su obra se encuentra presente en importantes colecciones como las de Museo Nacional de Arte Contemporáneo Reina Sofia de Madrid, CAB (Centro de Arte Caja Burgos), Ayuntamiento de Augusta (EEUU), Fundación Simancas (Valladolid), La Caixa …

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