Guillermo Paneque abrirá en Sevilla una agencia de producción audiovisual

Guillermo Paneque, ante un cuadro de Espaliú que forma parte de una muestra en Espacio Escala.

El fundador de la revista 'Figura' prepara un musical sobre la comunidad filipina de Sotogrande y un documental sobre la sociedad iraní · Espacio Escala exhibe ahora una de sus pinturas de los años 80.


Sigue siendo aquel joven díscolo y rebelde, el enfant terrible que fundó y dirigió la revista que en los agitados años 80 situó a Sevilla en el mapa nacional del arte contemporáneo: Figura. El mismo que en los 90 se trasladó a Madrid y se dio a conocer como pintor y escultor, antes de coger de nuevo las maletas para estudiar cine y videoarte en la Universidad de Nueva York. Guillermo Paneque (Sevilla, 1963) ha construido en estos años una obra inclasificable y transgresora, que rehúye el conformismo y adopta nuevos lenguajes creativos, como el vídeo o el multimedia, para poner en cuestión los métodos y las estéticas tradicionales.  

Quizá sea el lenguaje fílmico el que con más asiduidad hable en los últimos años. Desde 1997, Paneque ha realizado proyectos audiovisuales en diferentes formatos y contextos como Suave, no tan lento (1997), Lento gana más (1999, en colaboración con el arquitecto Luis Feduchi), o la película fantástica Tanto tiempo (2001). Esta dedicación, cada vez más intensa, le ha impulsado a constituir una agencia audiovisual que piensa radicar en Sevilla, "la ciudad donde sigo empadronado y puedo votar", apunta con humor. "La productora, que aún no tiene nombre, pretende estar abierta a todo tipo de formatos, más allá del mundo del arte, y establecer redes que tengan alcance nacional e internacional. Entre el videoarte y el documental narrativo hay formatos híbridos, intermedios, que son los que más me interesan", afirma este creador, entre cuyos proyectos en marcha se cuenta "un tráiler hecho con piezas cerámicas para una instalación sobre la ciudad de Sevilla".

Desde hace dos años, Guillermo Paneque prepara un audiovisual sobre Irán que se moverá "más en el terreno de la ciencia ficción que del documental", puntualiza. "La fase actual es la del trabajo de campo. He viajado a Irán en dos ocasiones y no deja de fascinarme el contraste entre esa imagen paternalista y estigmatizada que tenemos de su sociedad y la vitalidad arrolladora de su juventud". "El origen de este trabajo reside en parte en mi fascinación por el cine de Abbas Kiarostami, a quien tuve la suerte de conocer en Nueva York", señala a propósito del director iraní, aclamado internacionalmente por el tratamiento poético, filosófico y político de sus trabajos.

Paralelamente, quiere rodar en Sotogrande un musical sobre la comunidad filipina que trabaja en las acaudaladas residencias campogibraltareñas, y otro sobre la representación de la violencia en Euskadi. En todos estos proyectos ha dado rienda suelta a su vocación antropológica y a su faceta de investigador, que canaliza a través de un programa de doctorado en la Universidad Carlos III, "donde preparo ya mi tesis".

"No entiendo la creación como compartimentos estancos. El cine me interesa como lenguaje y mis películas coexisten con obras creadas con otros medios. A mí me sugestiona cuestionar los límites entre documento y ficción. Y el lenguaje audiovisual me facilita tratar mejor ciertos temas; la imagen en movimiento, por ejemplo, me permite plantear la dimensión espacio-temporal a todas las cosas que hago".

El discurso de Guillermo no se ha tamizado con el paso del tiempo. Si se le pregunta por la feria de arte contemporáneo de Madrid, ARCO, asegura no entender "cómo la gente sigue asumiendo como una gran exposición o una Bienal lo que debería ser una cita estrictamente comercial". Tampoco es complaciente su lectura del nuevo futuro de las Atarazanas. "La imagen de la consejera de Cultura entregando al director territorial de La Caixa las llaves de las antiguas dependencias artilleras es el equivalente de la toma de Granada. Es un termómetro de la apatía. En vez de crear una sociedad civil donde los ciudadanos puedan generar iniciativas se contentan con que una multinacional traiga aquí su programa genérico. No quieren ver que hay iniciativas periféricas, como Zemos98, capaces de crecer y de cambiar la escena artística local teniendo a la vez repercusión nacional".

Diario de Sevilla
Charo Ramos / SEVILLA | 04.05.2009

www.diariodesevilla.es

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