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TEA Tenerife Espacio de las Artes acoge 'Estancias,
residencias, presencias. Una construcción particular', una exposición
construida con parte de los amplios fondos que atesora la
colección de
arte contemporáneo Los Bragales, una de las más importantes del país en
la actualidad, en lo que a coleccionismo privado se refiere.
El
coordinador general de Cultura y Patrimonio Histórico del Cabildo de
Tenerife, Cristóbal de la Rosa; acompañado del director artístico de
TEA Tenerife Espacio de las Artes, Javier González de Durana; y del
propietario de la Colección Los Bragales, Jaime Sordo, presentó esta
muestra el pasado 5 de enero, una exposición que acerca a la Isla
creaciones de artistas de la talla de Candida Höfer, Ellen Kooi, Joan
Fontcuberta, Chema Alvargonzález, Pierre Gonnord o Vik Muniz, entre las
de muchos otros.
"Esta exposición le permite al espectador asomarse y conocer una
parte de la magnífica colección de Jaime Sordo, que es fruto toda una
vida de coleccionismo", destacó Cristóbal de la Rosa quien -delante de
una de las imágenes de Cristina Iglesias- agradeció al propietario y a
su familia "su enorme generosidad", algo que ha hecho que TEA Tenerife
Espacio de las Artes albergue en su seno creaciones de algunos de los
grandes maestros de la fotografía de los últimos años.
Durante la presentación de estas Estancias, residencias, presencias
-muestra que se puede visitar hasta el próximo 2 de mayo- Jaime Sordo
reconoció que "para el coleccionista el arte es sentimiento, son todas
esas sensaciones que uno va tenido a lo largo de vida mientras va
viendo y descubriendo aquellas obras que lo emocionan y que pasarán a
formar parte de uno".
Una vida abraza al arte y a los sentimientos
En este sentido, el coleccionista cántabro aseguró que mostrar al
público estas obras es como descubrirle una parte íntima de sí mismo,
pues cada una de las obras encierra un gran abanico de emociones que
van desde la emoción, hasta la alegría, la incertidumbre e incluso la
tristeza. Es casi como si una parte de la historia personal de Jaime
Sordo se pudiera sentir a través de las obras que posee. Este ingeniero
industrial santanderino, que por primera vez revela en conjunto una
gran parte de estos veinte años atesorando joyas para el alma y la
vista, confesó que él se drena con el arte, con la fotografía, con las
pinturas, con la poesía. También señaló que el nombre de la colección,
Los Bragales, está tomado de un barrio de Cantabria, donde vive él y su
familia.
Javier González de Durana -comisario de esta muestra junto a las historiadoras del Arte María Dolores Barrena y Estíbaliz Pérez- explicó que en Estancias, residencias, presencias el
visitante podrá "bucear" en una parte de la colección, ya que la
mayoría de las piezas expuestas en TEA Tenerife Espacio de las Artes
son fotografías realizadas entre 1998 y 2009. "En esta selección de
imágenes se aprecia el interés del coleccionista por las visiones de la
arquitectura desde el interior de las mismas, por las obras
arquitectónicas como entes aislados o como parte de las grandes urbes y
finalmente, por la figura humana vinculada a las construcciones".
 Jaime Sordo
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También destacó el director artístico de TEA que este año se celebra el 60 aniversario de la publicación de Construir, habitar, pensar,
de Heidegger. De este modo, se ha establecido en la exposición un
cierto paralelismo entre las reflexiones sobre el ser y lo construido
que planteaba el alemán en este texto y sobre las líneas discursivas de
la colección de Jaime Sordo. Bajo algunas de las imágenes expuestas, el
visitante también podrá ir conociendo algunas de los pensamientos del
filósofo que aparecen recogidos sobre las blancas paredes de la sala.
Miradas interiores, miradas exteriores
Estructurada en tres bloques diferenciados en el espacio expositivo, la muestra arranca con una vista a las Estancias.
Dieciséis piezas conforman este primer apartado en el que las escenas
se presentan casi a modo de decorado: grandes bibliotecas sin hombres y
sin objetos que las habiten, pasillos vacíos que conducen al misterio o
habitaciones en las que una sola silla puede hablar a quien la
contempla de la historia que vivió en ella. Los interiores,
aparentemente callados, son los protagonistas de esta sala en la que
conviven los trabajos de Concha Pérez, Bleda & Rosa, Georges
Rousse, Candida Höfer, Juan Uslé, Ignasi Aballí, José Manuel Ballester,
Daniel & Geo Fuchs, Cristina Iglesias, Joan Fontcuberta, Juan
Navarro Baldeweg, MP & MP Rosado y Daniel Blaufuks.
Las Residencias, por su parte, sacan las miradas
del espectador a las calles, a las plazas, hacen que éstas se asomen a
parajes rurales o a complejas escenas urbanas y -como en el bloque
anterior- el hombre está presente sin estarlo. Estos lugares, algunos
fácilmente identificables otros aparentemente anónimos, se asemejan a
pequeñas maquetas sobre las que el visitante puede colocar a los
personajes de su propio guión: Hacer historia en calles que parecen
abandonadas a su soledad. La nómina de artistas que retratan estas
trece residencias son Frank Thiel, Gabriele Basilico, Jean Marc
Bustamante, Melanie Smith, Edward Burtynsky, Dionisio González,
Montserrat Soto, Chema Alvargonzález, Eduardo Gruber, Darío Urzay,
Ellen Kooi y Thomas Ruff.
Los rostros, los cuerpos, las miradas que contemplan a quienes los
miran, las manos, las piernas, los gestos... el ser -en definitiva- es
quien copa de una forma u otra todas las piezas del tercer bloque de
esta exposición, el de las Presencias.
Frente a los trabajos anteriores, en estas veintiuna nuevas creaciones
el hombre pasa a ser el eje central. Así y para concluir este periplo,
en el que se cuestiona y se pone de relieve la impronta del
hombre-artista en nuestro entorno, muestran sus obras Vik Muniz, Isaac
Julien, Gregory Crewdson, Pierre Gonnord, Nan Goldin, Michael Najjar,
Aino Kannisto, Per Barclay, Julia Fullerton-Batten, Ellen Kooi, Naia
del Castillo, Victoria Diehl, Rebeca Menéndez, Jaume Plensa, Rieneke
Dijkstra, AES+F, Joao Onofre, Daniel & Geo Fuchus, Manu Arregui y
Ruth Gómez.
http://www.teatenerife.es