LA FIGURACIÓN NARRATIVA. PARÍS 1960-1972

LA FIGURACIÓN NARRATIVA. PARÍS 1960-1972

El instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) ha reunido 106 pinturas, objetos y películas de 24 artistas dentro de la exposición 'La Figuración Narrativa. París, 1960-1972', una retrospectiva donde se interpretan los objetos "no como formas estéticas sino como elementos inmersos en un todo social, cultural o histórico, poseedores de un sentido, significado o valor representativo de esta realidad", según explicó hoy la directora del centro, Consuelo Císcar.

Císcar se pronunció de este modo durante la presentación de la muestra, que permanecerá en las salas 4,7 y 8 del IVAM hasta el 11 de enero, junto con los comisarios de la exposición, el conservador general del patrimonio en el museo nacional de arte moderno, Centro Pompidou, Jean Paul Ameline, y la agregada de conservación en el Centro Pompidou, Bénédicte Ajac.

Además, asistieron los artistas Eduardo Arroyo, Antonio Recalcati y Peter Stmpfi, así como el vicepresidente de la Fundación Bancaja, Vicente Montesinos, que esponsoriza la muestra.

La directora del IVAM describió este movimiento, que recoge la renovación figurativa que marca la historia del arte de la década de los sesenta, como una manifestación estética cargada de "un contenido socio-político y de una ideología deliberada que no seguía la corriente de las vanguardias históricas, ni era lo que demanadaban las galerías, ni los clientes, centrados en aquel momento por la abstracción".

En este sentido, los artistas que encauzaron este itinerario estético adoptaron la "imaginería popular" y un gusto por la inclusión en sus obras de imágenes de diversa procedencia, como "los cómics, los graffitis, la prensa, la televisión, el cine, la novela negra o la fotografía, entre otros", agregó.

De manera que "la superficialidad en el tratamiento icónico se hace cargo de una figuración concebida con un carácter crítico, de reportaje o crónica de la realidad social y política", manifestó la directora del IVAM .

Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Bancaja describió esta iniciativa del Centro Pompidou, como "'Armas para la guerrilla' o 'Bofetada gráfica en la que cada obra tiene una intencionalidad crítica'", tomando estos titulares de algunos medios internacionales que han cubierto la muestra, antes exhibida en París (Francia).

Jean Paul Ameline señaló que esta exposición fue "muy difícil de realizar porque era una historia antigua, pero una historia viva" que intenta mostrar "el inicio de este movimiento", que coincidió "en paralelo con el Pop-Art, del que se habla mucho", aunque "no se recuerda la Figuración Narrativa".

El artista Eduardo Arroyo comentó que la Figuración es una corriente que "se ha combatido y silenciado", ya que "se oponía a la abstracción francesa". En España "desgraciadamente –lamentó– no se conoce a la mayor parte de los artistas", por lo que esta muestra permite "el conocimiento y la divulgación de gran cantidad de artistas extraordinarios".

"Impregnación literaria"

LA FIGURACIÓN NARRATIVA. PARÍS 1960-1972

Preguntado por el "humor socarrón" que destilan algunas de las pinturas expuestas, Arroyo indicó que "la impregación literaria de los cuadros ha estado muy denostada hasta hace poco", sin embargo en este movimiento "aparecen notas de humor, de amargura, de tristeza, de rebeldía y, es cierto que están entrecomillados de literatura", que por naturaleza "produce drama y socarronería". Al respecto, resaltó la "modernidad y vitalidad" de las obras, que incluso "tras 40 años de existencia no han envejecido".

La muestra contempla seis secciones separadas en diferentes salas. En primer lugar, 'El inicio' del movimiento que coincide con la transición artística que provoca la desapariciión de las vanguardias al término de la década de los 50. Como 'Mitologías cotidianas' se conoce a la segunda sección, que revela un grupo de artistas opuestos a la pura demostración formalista del Pop-Art.

Los 'Objetos e historietas' titulan el tercer apartado, ya que para muchos artistas estas historias que encontraban en los cómics, en el cine o en la novela eran una reserva formidable de imágenes populares, lo supone un "nuevo camino para la pintura, un camino híbrido con otras formas de expresión".

La sección cuarta muestra 'El arte de la descontextualización' que supone un campo de experimentación para yuxtaponer la pintura de los grandes maestros con ciertas distorsiones y añadiduras que saca a las obras maestras de su estetismo y neutralidad cultural. Además, en 'La pintura es una novela negra' las obras mezclan narraciones complejas, atmósferas angustiosas y detalles escabrosos abordados desde el punto de vista del cine.

Por último, en el sexto apartado 'Una figuración política' se tratan temas como la guerra de Vietnam, la Revolución Cultural china, el conflicto árabe-israelí, la muerte del Che Guevara o el mayo francés del 68, hitos que muchos intelectuales de la segunda parte de la década de los 60 "siguen con atención".

www.lasprovincias.es

18.09.08 · EUROPA PRESS

Valencia

 


información añadida a la noticia:

INFORMACION EN  WWW.IVAM.ES

LA FIGURACIÓN NARRATIVA. PARÍS 1960-1972

del 18/09/2008 al 11/01/2009 
Centro Julio Gonzalez – Galería 7A (Abajo) y Galería 7B (Arriba) y Galería 4 y Galería 8 

Un lobo feroz bromista, una pietà en la batalla de Stalingrado, “munipas” que embarcan a un Dubuffet, el asesinato de Marcel Duchamp, un cuadro acribillado a balazos, el conjunto en un ambiente de escándalo sabiamente orquestado: la emergencia de la Nueva Figuración fue a la par brutal y explosiva. Reunió a algunos de los mejores pintores europeos que se fueron a vivir a París en los años sesenta, que realizaron una pintura franca, en línea con su época, y que entraron de lleno en imágenes cotidianas producidas por la sociedad de consumo.

Rechazando el buen gusto, la justa mesura y la cultura de élite, se lanzan en un juego de masacres que señala a la gran pintura, denuncian las dictaduras y disfrutan leyendo novelas policíacas, revistas femeninas y cómics. Abandonan la soledad de los talleres para encontrar la inspiración al doblar la esquina de calle. Su pintura desborda de humor y burlas, utilizando la anécdota, la historieta y la Historia con mayúscula, sin perder, ni un ápice, su impertinencia ni su fuerza cuarenta años después.

La exposición La Figuración Narrativa. París 1960-1972 reúne el trabajo de unos veinte artistas que en los años sesenta pintaron sus obras a partir de imágenes tomadas de la prensa, de la publicidad, del cómic y del cine, y que muestran objetos, personajes y situaciones. Esta tendencia, llamada Nueva Figuración, Figuración Crítica y finalmente Figuración Narrativa, nunca ha dado lugar a un manifiesto, pero sí que se ha expresado en numerosas exposiciones, entre las que cabe destacar como la más célebre Mythologies quotidiennes (1964); una muestra que marcará la concienciación de los artistas por una comunidad de preocupación. La repetición de imágenes, temas, técnicas de narración procedentes de la cultura de masas en pleno fervor durante estos treinta gloriosos años, marca el retorno al tema en contraste con el arte abstracto dominante. Su voluntad de establecer un discurso crítico y político de la sociedad los distingue del arte de la constatación, como fueron durante esos mismos años el pop art o el nuevo realismo.

Los artistas se constituyen en grupos, reunidos en salones (el Salon de la Jeune Peinture se reorganiza alrededor de Aillaud, Arroyo y Cueco), o en revistas como KWY (Bertholo, Castro, Voss), relacionados, a veces, con otros movimientos como los surrealistas (Télémaque) o los nuevos realistas (Bertini) y exponen para la mayoría de las galerías parisinas, como las de Daniel Cordier, Mathias Fels o Carlota Charmet. En París, el ARC (Animation Recherche et Confrontation), una estructura en el seno del Musée d’Art moderne de la Ville de Paris dirigida por Pierre Gaudibert en 1967, presenta sus primeras monografías en el museo. Los defienden críticos como Gérald Gassiot-Talabot, Jean-Jacques Lévêque, Alain Jouffroy y revistas de arte como Opus International.

Las tramas evolucionan con el tiempo: desinterés por la abstracción en beneficio de un arte figurativo inspirado en imágenes cotidianas de principios de los años sesenta, compromiso político de 1962 a 1975 y, finalmente, una interrogación poética y metafórica de los objetos con un enfoque más individualista.

Estos artistas se posicionan totalmente en contra de la tradición de la “pintura bella”. Revolucionarios tras las huellas del surrealismo, llegan de toda Europa a París en el mismo momento en que Nueva York se convierte en la capital del arte vivo y se empeñan en renovar las fuentes de la imagen a través de la narración. Atrapados entre la abstracción de la Escuela de París, que da sus últimos destellos y el peso del pop art americano, no siempre han recibido el debido reconocimiento a escala internacional.

En esta exposición se reúne un centenar de los más destacables lienzos realizados entre principios de los años sesenta –cuando estos artistas europeos se instalan en París– y la exposición organizada en 1972 por el Grand Palais: 60/72: douze ans d’art contemporain en France.

Además de dedicarle una sala a los comienzos y a Mythologies quotidiennes, la exposición se desarrolla en torno a otras fuentes de inspiración: el cómic, con estética clara y contundente, la historia del arte revisitada y los fantasías de la novela policíaca. Finalmente, la muestra se cierra con obras que ponen de relieve su compromiso político.

www.ivan.es


NOTA DE PRENSA ( www.ivam.es) :  

FIGURACIÓN NARRATIVA. París 1960-1972

IVAM Institut Valencià d’Art Modern, 18 septiembre 2008- 11 enero 2009

Exposición organizada por la Reunión des musées nationaux, le Centre Pompidou Paris y el Institut Valencia d’Art Modern.

Comisariado:

Jean-Paul Ameline, conservador general del Patrimonio en el Museo nacional de arte moderno, Centro Pompidou

Bénédicte Ajac, agregada de conservación en el Museo nacional de arte moderno, Centro Pompidou. 

Patrocina:

BANCAJA. OBRA SOCIAL


La exposición “La Figuración Narrativa. París, 1960-1972” reúne más de cien pinturas, objetos y películas, y está diseñada como una exploración de las fuentes de la renovación figurativa que marca la historia del arte de los años sesenta. Su agrupación, que podemos considerar como la más apropiada para rememorar la inventiva de estos años iniciales, permite captar el clima de la aparición de estas obras. Siguiendo un recorrido dinámico que pone de relieve las principales temáticas que inspiraron a la mayoría de dichos artistas, la exposición se divide en secciones obviamente distintas:

1) Los orígenes de la Figuración narrativa (Prémices)
2) La exposición “Mythologies quotidiennes” (1964)
3) Objetos y cómics
4) El arte del desvío
5) La pintura es una novela negra
6) Una figuración política.

El catálogo prologado por Jean-Paul Ameline, contiene una cronología completa que abarca la historia del movimiento de la figuración narrativa, entre 1960 y 1972: ampliamente ilustrada con documentos de la época, a menudo inéditos, y una antología de textos y artículos, que pone de manifiesto la toma de posición de los principales protagonistas de esta historia: tanto los artistas, como los críticos que defendieron la figuración narrativa (Jean Jacques Levêque, Gérard Gassiot–Talabot, Alain Jouffroy) o aquellos que la combatieron (Pierre Restany). Finalmente, una serie de entrevistas, a nueve artistas y críticos relacionados con esta corriente que presentan su punto de vista actual.

La Figuración narrativa nunca fue un movimiento proclamado como tal. Nace bajo la actuación del crítico de arte Gérald Gassiot-Talabot y de los pintores Bernard Rancillac y Hervé Télémaque que, en julio de 1964, organizan juntos en el Museo de arte moderno de la Ciudad de París la exposición “Mythologies quotidiennes”.

En el mismo momento en el que el Arte Pop triunfa en la Bienal de Venecia (con el Gran Premio de pintura otorgado en junio de 1964 a Rauschenberg) y se impone en Europa, la exposición “Mythologies quotidiennes” reunió a 34 artistas (entre los que se incluian Arroyo, Bertholo, Bertini, Fahlström, Klasen, Monory, Rancillac, Recalcati, Saul, Télémaque, Voss…) que, como sus homólogos americanos, situaron a la sociedad contemporánea y a sus imágenes en el corazón de sus obras.

Pocos meses más tarde, el Salón de la Joven Pintura causa una gran conmoción por la llegada masiva de pintores jóvenes (Aillaud, Arroyo, Cueco, Recalcati, Tisserand…) que se fijan por objetivo hacer nuevamente del arte una herramienta de transformación social.

La figuración narrativa reunió a lo largo de los años 60, a pintores procedentes de horizontes estéticos o geográficos diferentes (tales como los nombrados anteriormente, pero también Adami, Erró, Fromanger, Stämpfli, la Coopérative des Malassis…) que, trabajando a partir de la imagen fotográfica o cinematográfica, de los iconos publicitarios, del cómic o, incluso, de la pintura clásica, realizan obras que desvían el primer significado de dichas representaciones para revelar otros sentidos inesperados, sugerir otras narraciones o mostrar sus compromisos políticos.

Durante estos años, la figuración narrativa se desmarcó de este modo, tanto de la neutralidad social de la Escuela de París, como del formalismo del Pop Art americano, y denunció las alienaciones de la vida contemporánea. La efervescencia de finales de los años 60 favorecerá, por otro lado, el compromiso de los pintores más militantes de este movimiento en la vida política y, en particular, en los acontecimientos de Mayo del 68 en París.

La exposición reúne obras de Gilles Aillaud, Eduardo Arroyo, Antonio Recalcati, Valerio Adami, René Bertholo, Equipo Crónica, Henri Cueco, Erró, Öyvind
Fahlström, Gérard Fromanger, Peter Klasen, Jacques Monory, Bernard Rancillac , Peter Saul, Peter Stämpfli, Hervé Télémaque, Jan Voss y Coopérative des Malassis.

www.ivam.es

 

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