El cambio del cambio ( Pepe Cobo & Cía )

Nuevo espacio Pepe Cobo, que será inaugurado en febrero sobre un antiguo taller de coches, del que se han mantenido la mayor parte de sus características iniciales y estructurales. Foto extraida de arteinformado.com

Dicen que los tiempos de crisis estimulan el ingenio, y hasta pueden ser buenos para emprender lo del borrón y cuenta nueva. Tal vez no tendría que haberse dado cataclismo económico alguno para que Pepe Cobo tomara las riendas de una renovación en su proyecto artístico.

No suele ser una persona acomodaticia, por tanto, habría dado lo mismo ocho que ochenta -como apunta el dicho popular-, para que se inventara una nueva fórmula. Lo que tenía que ser, es. Así ha sido siempre en su caso: de la sevillana Máquina española salta a la galería de Madrid que lleva su nombre en 2005 (por donde han pasado desde John Baldessari, Anne Sofie Siden o Zoe Leonard, entre otros artistas de relevancia internacional), y de ahí a este Pepe Cobo & Cía que, aunque suene a tebeo, tiene mucho de sólido paso adelante, de renovarse o morir aburrido en la decrépita estructura del mercado del arte español.

«He reflexionado mucho a lo largo de este último año -apunta Pepe Cobo-. Dentro del panorama de aquí, me planteo dar un paso hacia una mayor visibilidad internacional. Quería buscar un lugar para llevar una línea más de investigación, de encargos, proyectos. Algo menos al uso, porque, desde aquí, desde nuestra posición periférica, es difícil llevar adelante un espacio galerístico al estilo más anglosajón». Algo de razón tendrá, pues se conoce de sobra el terreno. Su experiencia le ha llevado a asistir a las más importantes ferias internacionales, desde ArtBasel hasta Frieze o Armory Show, e, incluso, a la mismísima China, cuando empezaba a cocerse por allí la penúltima revolución comercial. Superadas todas estas pruebas ha llegado a la conclusión de que corren tiempos propicios para el cambio.

Pepe Cobo

Sin mencionar esa palabra. ¿En qué consiste ese nuevo lugar que no lleva por nombre la sacrosanta palabra galería de arte? «Tomo la decisión -prosigue- de buscar un espacio diferenciador, singular, que definiera el propio proyecto. No buscaba algo especial, pero, casualmente, encuentro un local que se alquila y que es un taller de reparaciones y cambios de aceite de automóviles. Y es el propio cartel de "Cambio de aceite" el que me da la idea». El día cinco de febrero, poco antes de que ARCO eche a andar en esta complicada edición, abrirá este nuevo espacio, cuyo primer proyecto específico llevará por título, precisamente, Cambio de aceite, en el que van a participar jóvenes artistas que ya forman o han formado parte de la galería: Alejandra Freymann, con una serie de dibujos; Lara Almarcegui, con el trabajo que presentó en la Bienal de Sharjah; Ibon Aranberri, con una pieza específica; Diango Hernández y MP & MP Rosado, aún por determinar las obras que exhibirán. Cada uno va a tener su «rincón», por decirlo de alguna manera; no será un tótum revolútum de propuestas y estilos. Tal vez un diálogo en torno a los discursos más punteros e implicados con el arte contemporáneo. Pienso que, para artistas del estilo de los citados, puede haber pocas apuestas tan interesantes que encontrarse con un espacio virgen, libre de las implicaciones comerciales al uso, donde puedan trabajar como si hicieran un site specific.

Cómplice en la provocación. El antiguo taller va a seguir siendo un taller al que se le ha lavado muy discretamente la cara: aún conserva y va conservar, por ejemplo, la plataforma de elevación de los coches, porque «hay que ser cómplice en la provocación de los proyectos de los artistas -comenta Pepe Cobo-. Desde el mercado, nos hemos olvidado de esto por el propio auge económico».

«Significa una reconversión -prosigue-. Abriremos vías de desarrollo, de crear vínculos y relaciones con los artistas. Expondré en este nuevo espacio a quien acepte la invitación, aunque al principio hay un perfil de edad: artistas más jóvenes, que tienen una emergencia y una trayectoria por desarrollar. Que los artistas se compliquen y no piensen que tienen que estar en un espacio cerrado». Está claro que los tiempos siempre han cambiado una barbaridad, y aunque España haya sido propensa a un modelo muy determinado de espacio galerístico, casos como éste se ha dado en ciudades como Nueva York, donde a la primera de cambio se «asalta» un barrio alternativo de la ciudad para crear nuevos espacios de arte contemporáneo.

Como él mismo apunta, «no entiendo que un espacio pueda ser tan perdurable. El Soho duró quince años, luego vino Chelsea? Hay que hacer proyectos tan cerrados como abiertos que faciliten la formación de nuevos coleccionistas». No cabe duda de que esto es espíritu emprendedor en tiempos de crisis. Ahora sólo queda por ver y valorar cómo serán los proyectos de los artistas invitados a este primer cambio de aceite. Habrá que pasar la ITV.

Por Laura Revuelta

ABCD  las Artes y las Letras

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01 de febrero de 2009 – número: 888

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