Dimensiones de una colección

No image

COLECTIVA. Fundación Antonio Pérez: Cuenca, otra mirada l Sala Santa Inés, calle Doña María Coronel, 5 l El objeto encontrado l Pabellón de Brasil, Avenida de las Delicias, s/n l Secretariado de Promoción Cultural de la Universidad Hispalense de Sevilla l Hasta el próximo 27 de mayo.

Unos trazos de tiza sobre el negro uniforme que cubre un lienzo, cosido arriba formando un pliegue: con esos elementos construyó Manuel Millares un sereno y silencioso cuadro que puede verse estos días en la Sala Santa Inés. No es la única pieza de interés: junto a ella, Hojas sueltas, poéticos dibujos de Hernández Pijuan, una rítmica obra abstracta de Simeón Sáiz, un cuadro de Bonifacio, que hace pensar en Arshile Gorki, y una sucesión de lienzos que dan idea de la trayactoria de Lucebert, artista que perteneció al grupo Cobra.

Hay además interesantes conexiones, como la que en la primera sala enfrenta la obra reciente de Luis Gordillo (cedida por el autor para la muestra) y la de Ricardo Cadenas: dos maneras diferentes de entender el legado del arte pop. Arriba, las figuras deformadas de Lucebert se completan con las obras de Javier Pagola en la que la linea forma inquietates metamorfosis. Hay también contrastes como el que enfrenta las formas geométricas de Cruz Novillo con la pintura gestual de Luis Feito.

Pero quizá la sala más atractiva es la formada por cuadernos desplegables que cuelgan de techo a suelo. Una iniciativa de la Galería Estampa en la que participaron numerosos autores y que Antonio Pérez incorporó a su colección. Entre las firmas, algunas sevillanas: Rubén Guerrero, Concha Ybarra, María José Gallardo y Ramón David Morales.

A todo ello hay que añadir la fotografía: una sala con obras de Gonzalo Puch (algunas cedidas para la muestra por la Galería Pepe Cobo) y otras compartidas por diversos autores entre los que destacan los trabajos de Jean-Marie del Moral (fotos de Tàpies y Saura) y Cristóbal Hara.

En unas vitrinas se exponen además libros de artistas. Antonio Pérez es editor (fue uno de los impulsores de Ruedo Ibérico), además de coleccionista. En Cuenca (1957) comenzó su colección, que retornaría a esa misma ciudad donde se ha constituido en fundación bajo el auspicio de la Diputación Provincial. Llega ahora a Sevilla a instancias de la Universidad, abriendo una vía de interés que podría continuarse con otras colecciones, como la Martínez Guerricabeitia (Universidad de Valencia), que también ofrece un panorama del arte español del siglo XX.

Pero la colección Antonio Pérez tiene un elemento diferencial: los objetos encontrados que su promotor reúne sin cesar y que se exponen en el Pabellón de Brasil. Son objetos heterogéneos: unos responden a semejanzas perceptivas y recuerdan a ídolos o tótems, otros tienen indudables raíces pop; algunos evocan a determinados artistas (Duchamp, Saura, Gordillo, Sempere) y otros, los de más interés, poseen una poética surrealista: así, los vilanos (las semillas que el viento trasnporta gracias a sus fibras) guardados en un tarro de cristal, que hacen pensar en los hilos de la virgen de André Breton. Objetos, libros de artistas y obras de arte remiten a la mirada de un coleccionista que a lo largo de medio siglo ha logrado construir un mundo propio.

DIARIO DE SEVILLA 05/05/07
JUAN BOSCO DÍAZ-URMENETA

Deja una respuesta