Algo más de 666 kilos de empuje. Sturm&Drang. AN’07

Matías Sánchez, Artistas faltos de calcio, 2002. Óleo sobre tela, 130 x 81 cm.

Introduccion Texto: STURM&DRANG (AN´07)

Para el año 2007 FUNDACIÓN APAREJADORES ha seleccionado por primera vez en la trayectoria de AN´07, a un grupo de jóvenes artistas con un proyecto realmente interesante. Se trata de: Álvaro Fernández, Ana Olías, Antonio Baz, Antonio Delgado, Cristina Bendala, Fernando García, Ismael Khaldoon Suleiman, Marcos Fernández, María Ramos y Raúl Ruiz. Estos creadores son jóvenes licenciados en Bellas Artes y tienen recorrido breve pero sólido y con trayectorias parecidas lo que hará de esta exposición una colectiva visión del arte desde 10 puntos de vista, con el común denominador de una finalidad definida en la coincidente mirada sobre las funciones del arte de hoy.


Todos esperamos la aceptación del Otro.

 “Esperad lo que os plazca”
Jacques Lacan

“Resistid con firmeza porque ha llegado la hora de vencer o de morir”
Homero, La Ilíada

       ¡Enhorabuena a Luis Gordillo! Pintor de origen sevillano, que hoy cuenta con 73 años, a quien le ha sido concedido el Premio Velázquez de las Artes Plásticas 2007 (un galardón equivalente al Cervantes en literatura, otorgado por el Ministerio de Cultura con 90.000 euros y una exposición individual en el Museo Nacional Reina Sofía). El premio tiene un efecto colateral muy destacable. Gordillo podrá elegir a un artista menor de 35 años como destinatario de la, no menos fabulosa, Beca Velázquez (dotada con 30.000 euros y de un año de duración). No seré yo su elegido. No ya por haber rebasado esa edad sino porque mi obra no le interesa. Sin embargo, yo le debo mucho a él.

       Cuando, a finales de los ochenta, leí la entrevista que le realizó el Equipo de redacción de la revista Figura (1), encontré lo que necesitaba para empezar: investigar en la búsqueda de mis raíces. Las dos formas posibles para “competir” en el campo del arte –señaló Gordillo con seguridad-, eran: “[…] poniéndote en línea en ese estilo internacional o haciendo una cosa muy específicamente autóctona” (p. 27). Quien investigue sobre la situación artística de los efervescentes ochenta descubrirá la gran avalancha de información que llegó desde fuera a nuestro país. Ocupando la pintura, un papel preponderante con la irrupción de la Transvangurdia italiana y de los Nuevos Salvajes alemanes. Los críticos más ortodoxos justificaban sus ataques hacia el joven pintor subrayando la falta de estilo propio dado que las obras de los jóvenes reflejaban un gran parecido, formal, a lo que hacía Baselitz, Immendorf, Chia o Clemente. En mi caso, tras alinearme a lo señalado por Gordillo en la segunda parte de su respuesta, “haciendo una cosa muy específicamente autóctona”, centré mis decisiones en la investigación con materiales íntimamente vinculados con mi lugar de nacimiento.
      
       Lo que le sirve a uno, no sirve a los demás.
       Hay una parte de la escritura que delata a quien escribe, aunque se analice el trabajo de otro autor. Es como si, al encadenar las palabras para penetrar en el significado de lo que está fuera de uno mismo, se estuviera relatando, inconscientemente, parte de la historia propia.
      
       Me interesan las actitudes más que las obras.
       Resalto ahora el trabajo de dos artistas que viven y trabajan en Sevilla: Matías Sánchez y Curro González (curiosamente este último, precede, con la exposición Matías Sánchez, Galerista jodiendo a pintor, 2005. Óleo sobre tela, 130 x 97 cm.Procesos en la misma sala, al grupo de artistas jóvenes que ahora exponen en la muestra: Sturm&Drang. AN’07). Ambos casos han sido rescatados aquí porque, con la particularidad estilística de sus trabajos, nos recuerdan que debemos enfrentarnos a un doble muro: al que “está ahí fuera” y “dentro de nosotros mismos”. Matías Sánchez (Tübingen, Alemania, 1972), con desparpajo, directo y claro, nos habla de las dificultades externas en obras como: El prestamón, 2002, Artistas faltos de calcio, 2002 (figura 1), Galerista jodiendo a pintor, 2005 (figura 2), y Crítico de arte pariendo un monstruo, 2005; sus imágenes, definidas sin efectos especiales, son un retrato sincero de la vida misma. Hablan de lo que vale realmente un café, del ridículo salario de una familia corriente, de la absoluta hipocresía que sustenta el mundo del arte,… Ese derecho para pronunciarse, sin complejos, haciendo de la pintura su herramienta, ha sido heredado por Matías Sánchez, muy probablemente, de Georges Grosz, Jean-Michel Basquiat y Manuel Ocampo (entre otros), con quienes comparte el descaro y llamar a las cosas por su nombre. Gracias a lo cual, está re-definiendo, continuamente, un modo de hacer pintura fresca y viva, logrando al mismo tiempo, aunque pueda resultar paradójico, unas cotas de aceptación muy apreciables. La pintura le sirve a él mismo para “tirar del carro cada mañana, cueste lo que cueste”… y su seguridad le viene de aquí precisamente: nadie le sacará “las castañas del fuego”, salvo él mismo. 

       
       Curro González (Sevilla, 1960) indaga en los muros internos, en sus propias obsesiones y nos proyecta, con persistencia, el anhelo de la búsqueda de su identidad. Tal vez por esa razón, se reitera en la auto-representación de sí mismo que, en palabras de Kevin Power, supone un arriesgar “su yo de la manera más directa, mediante un autorretrato irónico, burlón y paródico” (2). ¿Quién soy? ¿Hacia dónde voy? Parece preguntarse con la pintura En la cuerda floja, 2000. Dudas que persisten en la emblemática obra The Milk Wood, 1999 (una pieza descomunal de 195 x 585 cm.) donde algo “negro” parece impedirnos la entrada en el bosque que representa la pintura: es siniestro y amenazante. En la imagen del bosque se nos muestra la metáfora de nuestro recorrido por la vida, plagada de oscuros más que de claros. ¿Qué arma utiliza González para atravesarlo? Recurre a la ironía y se acompaña de sus “fantasmas personales”, representados con camuflaje en la tela, “que por múltiples razones han sido muy importantes para él tanto en determinados momentos de su vida como en su obra: Breughel, Williams, Johns, Homero, e incluso Marx y Freud” (3). The Milk Wood (figura 3), junto con En la cuerda floja (figura 4), pudieran constituir una señal reiterada de desesperación: una desesperación frustrada por encontrar el camino (las respuestas que conducen al reconocimiento del “yo”), pedaleo tras pedaleo, aunque sea muriendo en el empeño.

Curro González, The Milk Wood, 1999. Mixta sobre tela, 195 x 585 cm.Curro González, The Milk Wood, 1999. Mixta sobre tela, 195 x 585 cm.

      
       Aunque no se sepa donde ir, hay que persistir.
       ¿Cuándo se paraliza la creación? El miedo, asociado a los muros, suele ser la causa. La liberación llega cuando no se tiene nada que perder; cuando el artista acepta las limitaciones de sus condiciones internas y, al mismo tiempo, las condiciones de fuera. Se trabaja entonces sin “estar de vuelta” de todo. En el texto colectivo, presentado a la Fundación Aparejadores por el grupo de artistas jóvenes que integran esta exposición se observa que son conscientes en relación a lo que quieren y a lo que se puede conseguir: “La búsqueda es honesta, vehemente y responde a la necesidad específica del hecho creativo, aceptando las presiones de la propia ambición y de las metodologías, que parecen ir en sintonía de este lozano periplo que comienza a su travesía”.
      
       ¿Sabemos hablar del por qué?
       Existe una costumbre aún no subsanada: desde la Escuela Primaria hasta la Universidad nos enseñan, con excesiva insistencia, a responder acerca del qué: ¿Qué has pintado? Habría que insistir, sin embargo, en algo más esencial, en el cómo y en el por qué: ¿Cómo lo has pintado? ¿POR QUÉ has pintado eso? Una de las razones que fundamentan tal parecer es la siguiente: la primera pregunta sólo conduce a reiterar lo que la mirada está contemplando; mientras que las dos últimas transfieren el auto-descubrimiento (en el artista que responde a las mismas) y la poli-interpretación de la obra plástica (cuando es el espectador quien se las interroga). El estudiante no debe huir cuando se le pide que realice semejante trabajo; el docente debiera guiarle con la metodología adecuada a fin de que aquél logre tal preparación. Cuando es así, se persigue la máxima: Lo importante de la educación no es tanto lo que se enseña sino lo que se aprende.
       Se ha pretendido con el presente texto que cada autor, de los que participan en la exposición, se posicione en relación a “lo suyo”. Que diga lo que motiva a su mirada o retuerce a sus tripas. Se han formulado algunas preguntas, aunque se ofreció la posibilidad de que cada uno contestara a otras, generadas por sí mismo. Las respuestas describen las intenciones particulares, de hoy, y remarcan la apuesta firme por las mismas. Ellos, más que un grupo con similares fines artísticos, con un manifiesto que defender, son un puñado de amigos, cómplices entre sí por una energía común que les une.

  • ANTONIO BAZ

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

No pretendo que la gente se identifique con lo que ve en mi obra, intento llegar un poco más allá y hacer que el espectador sea partícipe de la obra y que una vez dentro de ella, analice el mensaje y trate de darse una respuesta si es que le surge alguna pregunta. En definitiva, hacer que la gente piense y busque ese “por qué” o ese “para qué” que en nuestra vertiginosa vida no nos paramos a buscar y nos hace dejar tantas preguntas sin respuesta.

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

Depende del proyecto. En general, me documento e intento situarme en un punto en el que cada paso me vaya acercando a la idea, a la imagen que tengo en mi cabeza. Trato de marcar los tiempos y preveo, en la medida de lo posible, los pasos a seguir, pero de esa forma la obra me parece fría, demasiado cuadriculada y carente de vida, así que al final acabo dejándome llevar.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

No busco que mi obra le guste a todo el mundo, ni el reconocimiento de mi trabajo, ni nada parecido ya que, por suerte o por desgracia, mi sustento no depende de ello, así que me conformo con que tan sólo una persona entienda mi mensaje y que al resto de la gente al menos les haga pensar, que nunca está de más.

  • CRISTINA BENDALA

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

Ser feliz, investigar, no dejar de sorprenderme.

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

No, dejo que fluya, básicamente. Siempre estoy realizando bocetos de manera un tanto individual, más tarde dejo que surja el batiburrillo. Me encanta trabajar con el concepto animal; bichos, fauna, seres, sueños… mi vida personal… dejo que todo se mezcle. Últimamente no hago más que fabricar serpientes.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

Pasármelo bien, disfrutar del proceso y de la obra que, una vez finalizada, me inspira para nuevas obras. Aprender siempre. Tener para comer y vivir. Dedicarme a lo que me gusta. Llegar a poder comprarme una piscina.

  • ALVARO FERNANDEZ

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

Cubrir una serie de necesidades plásticas y creativas para poder propiciar un lenguaje a fin a intereses que se han ido adhiriendo en diacronía a mi progresiva educación.

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

El proceso de investigación es dual. Según propios intereses intrínsecos al soporte elegido o según las inquietudes que me abordan en el momento, hayan sido asimiladas o en proceso de asimilación. A partir de este punto, realizo un profundo análisis plástico-formal previo para traspasar la idea definida al soporte o, en cambio, realizo también análisis recurrentes mediante asociación libre durante el proceso constructivo de la pieza.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

Construir, dar forma, volumetrizar mi propio carácter, el global o periférico como fenómeno y como sublimación tanto de probables como ambiguas concepciones que generan el ideal de belleza, armonía, o su ausencia. Si sintonizan con certera magnitud, esta visión objetiva, con mi encrucijada personal plástico-moral entre los enclaves o soportes de los espacios o habitats del ser en la tierra, ciudad, domicilio, mente o impulsos motivadores de aliento, quedo ampliamente satisfecho.
       Tengo múltiples inquietudes, dudas y preguntas de nivel práctico y conceptual pero considero que son parte del proceso didáctico incesante que vivimos.

  • MARCOS FERNANDEZ

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

Desgranar los distintos estratos epidérmicos y jerárquicos del hacinamiento global en el que vivimos.
       Abolir las incertidumbres patológicas del ego, enraizar sus precedentes y consecuencias sobre el medio (el natural y el artificial) para desarrollar un esfuerzo simbólico que las esclarezcan.
       La excusa: limpieza, geometría, ciudad, orden/desorden, matemática, Euclides y una pizca de vehemencia (con sonidos sincopados).

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

Las diferentes mediaciones de interacción con el objeto del hecho se sostiene por la adaptación de lo medios estéticos y la praxis generadora de inquietud, siempre en celoso paralelismo de autocrítica y autodefinición de las diferentes líneas conductoras procesuales.
 Con ello, la sistemática de valores sensitivos oscila frente al desarrollo reflexivo de nuestros intereses, sean urbanos, o, sean humanos.
 Cierto es que la determinación de un cúmulo de trabajo viene precedido por el rigor de la acción. Dicho rigor es fruto de la disciplina más inmediata.
 Sabemos que, por la experiencia personal, el grado de intromisión del sujeto con el hecho dependerá de todo tipo de variables y cuestiones que pueden agraviar la circunstancia creativa. La mecánica artesanal se nos escapa de nuestros intereses cuando la capacidad reflexiva tangencialmente no responde con derecho y criterio.
 Sin duda, creemos ser capaces de dominar aquello que preconcebidamente reconoce lo subjetivo, pero más allá de las formas y lo conceptos existen otras parcelas de incuantificable valor. Los llamados: método y conducta.
 Tal metodismo conductista avala la posición del ser respecto el hecho creativo. El error es asimilable, la incertidumbre también (ambos estructuran cualquier ápice didáctico), pero las fórmulas disciplinarias son el verdadero obstáculo o handicap del factor constructivo, sometiendo cualquier instante a la duda, la incapacidad o la apatía. Somos objetos de nuestros propios detrimentos, colaterales o personales.
 La crítica del sujeto es primordial para comprender y explicar cualquier proceso de creación, habiendo de trazar una taxonomía precisa de las intenciones que siempre son extrapolables a cualquier género o disciplina. Vemos pues, que la representación no es el problema, sino la modificación de los parámetros objetivos e imaginarios que conducen al sistema de menosprecio. Lastre sufragable mediante la razón y la lógica del ser que no se exenta de variables patológicas ni pretende exentarse.
 En este conflicto de estrategias, la elocución mental con el proceso evoca cierto control de la realidad. Realidad como veracidad y autenticidad de lo que se propone, ya que suponemos que ésta sería consecuente con los medios de investigación implícitos al ser. Descartes dijo: “un arte debe disponer una serie de diversos pensamientos, ya sea para descubrir la verdad que ignoramos, ya sea para probar la verdad que conocemos”. Sólo la experiencia, repetimos, pondrá en manifiesto las cualidades del conocimiento asimilado transformando la ya superflua incertidumbre en plenas decisiones de autoría, fundamentales para los procesos extraídos del juicio.
 El objeto toma relevancia en su momento exacto, sin necesidad de que forme parte de la experiencia física de transformación de la materia que al final parece mantenerse en otro plano de la acción.
 Determinante al sujeto es la dinámica conocedora de recursos, tanto favorables como ignominiosos, con la única intención posible y fructífera del hecho: el aprendizaje y la ilustración, personal y ajena.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

Equilibrar de forma deductiva, minuciosa y certera los desajustes que elogia el medio artístico para conjeturarlos en base a unos presupuestos humanos necesarios y sensatos.
 Analizar el concretismo que infunda toda generalidad aliviando los agresivos pasos que neutralizan su desarrollo, los que conciernen al pensamiento, los que relacionan al mercado y otros menesteres del medio.
 Desmitificar el hecho de la crisis humanística en su persistente enfrentamiento al nihilismo postmoderno. La crisis es humana; el nihilismo, un medio de identificar categóricamente los superfluos intereses de la impudicia artística, los que al fin y al cabo, atañen por especulación propia.

  • FERNANDO JOSE GARCIA JIMENEZ

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

El objetivo general es una búsqueda de mi identidad personal, y una ubicación en el medio. En relación con el hecho artístico, establezco la relación medio-hombre-objeto.
       Elijo la pintura porque quiero ser pintor, los cuadros formalizan esta idea. Otros intereses más puntuales son aprender, crecer, competir, aspirar…Y a todos nos gustaría vivir de esto…

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

1. Información. Estar al día de lo que se hace en pintura (valorar, asimilar, comparar). Formación de la tradición (aquí no hago excepciones).
2. Estimulación visual. Existen formas de representación que (como ya se ha dicho) forman parte de estratos culturales de categoría no artística. En ellos encuentro una fuente de renovación y enriquecimiento. Por aclarar: Cómic, Graffiti (a demás de cualquier icono, signo o garabato anónimo), diseño, cartelismo, publicidad…
3. Depuración.  Cae de su peso decir que la coctelera hay que saber agitarla.
4. Praxis. El trabajo es la parte clave de cualquier actividad. En la pintura (después el impacto del photoshop) yo abogo por la elaboración del cuadro, aunque las ocupaciones varias conviertan este ideal en cuestión de ratitos.
       Una imagen nace de una idea. A esta la acompaña un primer esbozo, a veces basta con esto. Otras, se requiere de estudios más elaborados. Sea como fuere, confío en el azar, que nos trajo hasta aquí. Últimamente trabajo mucho los bocetos previos, aunque del trabajo en papel a la imagen fina suele haber una gran distancia. Me gusta encontrar y sorprenderme. Suelo estar alerta.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

INTENTO: Huir de los estereotipos. Véase pintura tardo costumbrista fotográfico decadente de académicos y catedráticos. Véase joven pintor rebelde de grandes formatos y vehemente concepción de la creación… Elaborar un lenguaje personal sin parafrasearme (difícil cuestión). Molestar, mal-decir, odiar, jugar, aprender, amar, vacilar… todo en formas y colores claro. Eludo la fotografía (pues ya nos conocemos).

  • ISMAEL KHALDUN

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

En un principio persigo divertirme creando y disfrutar del proceso de creación; investigar y encontrar mi camino personal. Más adelante (no mucho tampoco), me gustaría vivir de mi trabajo artístico y enfocarlo de tantas maneras como me sea posible. He hecho la especialidad de Pintura pero también me interesa la cerámica, la escultura, la fotografía e incluso el video arte; son muchas ramas diferentes y sé que en esta vida hay que elegir pero también sé que tengo toda una vida para experimentar.

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

La obra que actualmente estoy produciendo es consecuencia de una experimentación que comenzó hace dos años o incluso antes, en la que el dejarse llevar es uno de sus aspectos mas importantes. Para mí la pintura es un proceso de meditación en el que intento desconectar mi mente y dejarla en blanco, es un proceso en el que busco mi interior para sacarlo fuera, es una búsqueda del alma, es algo espiritual y que a la vez te conecta con todo. Intento que no sea algo mental si no una forma de expresión espontánea, casi en trance, como la escritura automática de los poetas o el expresionismo abstracto de Jackson Pollock.
       Parto de unas directrices que son como meras guías para expresarme, como una tela manchada por el cuadro anterior, elegir una gama de colores primarios o partir de tres colores, utilizar formas geométricas muy básicas a veces tridimensionales que fugan en diferentes direcciones o expresar la profundidad mediante colores planos. Luego paro y dejo que la obra me guíe, la observo detenidamente y juego con las formas que veo, algunas las pinto otras no; lo que yo he expresado me responde y ahora me habla y yo le respondo pero todo con decisiones rápidas. Entonces, de la abstracción comienzan a surgir formas animales, vegetales y humanas; a la vez, juego con acentuar o suavizar estas formas para que el espectador se divierta encontrándolas.
       Es un proceso que comienza eufóricamente y que va disminuyendo progresivamente hasta que se convierte en una observación intensa donde veo de qué me habla el cuadro y de qué quiero hablar. Cuando comencé esta experimentación la denominé “Naturalezas”. La obra presentada para la exposición en Aparejadores: “Composición Natural” y “Expansión” representa los últimos coletazos de esta serie que, a diferencia de las anteriores, son más abstractas y tal vez más racionales y trabajadas. Entre otras cosas porque he vivido diferentes acontecimientos en los que he bajado mi ritmo de producción. Sobre todo dos muy importantes: la pérdida de mi madre por un cáncer en 2005 y el nacimiento de mi hija seis meses después… una tristeza y una alegría, pero son dos cosas que me hacen seguir luchando y trabajando siempre que puedo.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

Actualmente mis intereses son la experimentación y expresión de uno mismo pero a la vez se convierte en un mensaje para todos. En casi todos los cuadros enfoco la naturaleza como algo superior al resto de las cosas, incluso al hombre. La naturaleza como un espejo de lo universal, la perfección de la vida con todos sus lados, los buenos y los malos, la representación de “el todo”.
       Todas estas meditaciones y pensamientos me llevan a querer hacer una obra más racional pero que a la vez contenga un mensaje positivo para el mundo. Me gustaría que mi obra sirviera para despertar o para denunciar aspectos de la vida o de la sociedad. Tanto lo bueno como lo malo, la dualidad de este mundo y la capacidad de todos por crearlo, día a día, con nuestros pensamientos, con nuestras palabras y con nuestras acciones. Somos creadores. En definitiva, me gustaría que mi trabajo se convirtiera en algo positivo para el mundo.

  • ANA OLIAS

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

Sentir, expresar, buscar y encontrar. Es lo que sin duda más me acerca a la felicidad, a mi felicidad.

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

No hay una clave concreta, ni un “modus operandi” a seguir, son más bien los materiales, colores, olores, formas, personas, emociones. Es el maravilloso mundo de las sensaciones del día a día, el que mueve mi obra, intentando contarlo todo sin obviar nada. Es como escribir un diario, algo personal e intransferible, algo que jamás nadie leerá, pero que de alguna manera está enfocado, dirigido a alguien.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

No hay mayor interés que el sentir que uno puede expresarse libremente.

  • MARIA RAMOS

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

Mi trabajo me deja vaciarme de todo lo que me pesa adentro. Empleo la pintura, o el coloreado con lápices y pasteles, para poder mirar lo que me preocupa de un nuevo modo. Dedico el tema, siempre, a lo que me dice el corazón, todo anda alejado de política y matemáticas, es caprichoso este corazón mío, puede que hasta egoísta, pues sólo piensa en hablarle a aquellas cosas que ama y que desea cuidar y mantener a salvo. Y, sí, es egoísta, pues intenta también apoderarse de todo lo feo, volviéndolo hermoso.
       Las horas de trabajo me ayudan a reflexionar sobre la vida, a sentirme más segura y más fuerte ante los deseos del destino; turbulentas relaciones, un embarazo precoz, hicieron que mi sentir necesitase ir a encontrar la calma, y cómo sino poniendo lo incomprendido sobre papel, redibujado, asimilado y traducido a un lenguaje menos asfixiante y más sano. Le pinto a las cosas que me llenan y que tengo como referentes de aislamiento –en el buen sentido de la palabra-; la naturaleza anda siempre presente como masa protectora uterina, la maternidad y la necesidad de contacto físico me llenan hasta el sueño. Busco dejar en los papeles, pues por ahora sólo uso papel y cartón como soporte, el punto de vista favorable de todos los asuntos, lleno de colores ácidos, bien vivos, vibrantes; trabajo sobre los temas que cotidianamente me colapsan la mente; la necesidad de afecto, la entrega, el porvenir de la tierra unido al mío, la capacidad de crear tras las destrucciones. El desarrollo de la vida, primero dentro del cuerpo materno y después fuera, es algo que por curiosidad hacia lo natural, lo que vive y muere, me interesa profundamente. El paso del tiempo, los cambios físicos. El estado natural limpio de estreses o diferencias personales. La vida fresca y viva. Intento dejar atrás el por qué de las cosas, la lógica, y sigo los pulsos que manda el egoísta corazón, la sangre, las raíces, la composición de la materia. Y sobre todos estos pensamientos prima siempre el deseo de aprehensión, de acercar, de traer, de obligar a venir, aquello que amo, que quiero proteger y mantener vivo. En las piezas queda el disloque, embellecido, de mis dolores y deseos, y así cumplen su misión conmigo.

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

Como tú bien dices, en mi caso, es la pintura la que va guiándose a sí misma. Empiezo maquinalmente, montones de lápices desparramados en la mesa o suelo. Siempre hay un dibujo sencillo, de contorno, previo. En “In útero y papagayos” los dibujos muestran figuras embarazadas en todas las etapas de la gestación, parejas dándose a la procreación, niños naciendo, loritos negros recoloreados como símbolo del amor natural y simple. En “La Mezcla”, 91 dibujos de la horma de mis manos, como llamada al abrazo, de la tierra y de los cuerpos de fuera de mí, clamando. En “Niña selva I”, la primera de una larga serie, el dibujo base es la silueta de una niña, la mía, tumbada sobre el papel. La esencia de sus formas, de su pose, su tamaño, queda recogida en el cartón. Después del dibujo decoro, relleno el vacío, hago arabescos, adorno, sin tener antes una idea preconcebida, con pintura, lápices de madera y pasteles. No pienso mucho en la elección de los colores, no calculo qué va a ser puesto en cada espacio ni qué efecto tendrá un tono sobre el que hay al lado; sin embargo, esta pintura aparentemente enredada está salida de impulsos precisos; al completarse el conjunto todo está en calma. Los colores siempre son planos, no hay difuminados, no hay perspectivas ni claroscuros, la luz no existe, ¿o está llenándolo todo? Hay referencias naturales, plantas, enredaderas, lianas, arbustos, brotes, flores. Raíces, venas. El fondo lo componen colores elegidos al azar, cerrando la maraña selvática, apretando el espacio que queda, llenándolo todo. Algunos matices dorados divinizan el ambiente, lo convierten en algo a-dorado, arropan al dibujo, lo dejan como en buen sueño. He tomado símbolos existentes (los papagayos son signo de amor allá en alguna región de la India), aunque por lo general la mayoría del lenguaje simbólico es inconsciente y de carácter personal (las manos, la silueta de los cuerpos, los colores fuertes, las plantas, todo como prolongación de mí). Después de hacer la obra saco las conclusiones. Mi investigación artística va, hoy, en esta línea. Claro que durante el desarrollo de cada cuadro la cabeza intuye nuevos métodos de expresión, nuevas ideas o modos de crear efectos, cambios y refuerzo de lo trabajado; sólo tomando estos nuevos conceptos e investigándolos sabré qué línea me sirve y qué nuevas ideas me depara el sentir. Es todo un entresijo de entrega y azar.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

Mis intereses personales quedan satisfechos en cada pieza; y a la vez, cada obra terminada, me ayuda, me abre el hambre de nuevo, me dice que hay más cosas que me rondan las entrañas y que tengo que sacar. Seguir trabajando hasta que el tipo aguante, salir del nervio a través de la obra. Manteniendo la creatividad viva, inventando, atreviéndome a asimilarme siento de veras cerrado el ciclo que se abre con cada obra. El empiece de cada cuadro es una deglución, viene provocado por una necesidad mayor; digerir la pieza terminada. Cuando ésta está lista la miro, la mastico despacio y la trago. Luego siento el desatascamiento, el avance, la satisfacción, un nuevo deseo. Entonces es hora de dejar la obra terminada correr, el hijo crecido tiene que partir aunque la madre le siga el curso y tenga su belleza siempre viva.

  • RAUL RUIZ

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

Sólo satisfacción personal, aunque mi trabajo podría catalogarse de arte de protesta, no espero que esta protesta sea escuchada por nadie ni se haga nada al respecto.

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

La verdad que de ambas formas pues suelo documentarme mucho y dejo bastante
cerrado el boceto antes de ponerme a trabajar en el lienzo, dibujos, fotos, montajes infográficos, pero a la hora de pintar siempre es la obra la que me dice por aquí o por allí, las cosas cambian mucho de la pantalla al formato, sobre todo si es de dimensiones grandes.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

Creo haber contestado con la segunda pregunta.

  • ZONTIAC

¿Qué persigues con el trabajo que realizas?

Fundir el metal pesado y luego convertirlo en agua o, en su defecto, decorar una pared desnuda de una bonita sala de estar típica.

¿Cómo te enfrentas a la investigación artística? (de forma azarosa, y esperas que la obra te vaya guiando, o, por el contrario, te documentas y elaboras un plan de trabajo previo).

Ambas respuestas son correctas.

¿Cuáles son los intereses personales que hoy abordas con el arte?

Me gustaría ir a una playa donde yo no me parezca tanto al conejo que persigue Alicia.
       Ahora las preguntas me las formulo a mí mismo:

¿Por qué la pintura?

Me gusta la plástica del medio.

¿Cuál es tu escritor favorito?

No quiero hablar de eso.

¿Quieres hacerte el hara-kiri en esta habitación?

Realmente no, pero no tengo más remedio.
 
Aparte de esto, ¿qué haces en la vida?

Aparte de vivirla, soy “mc” de un grupo de “hip-hop” que se llama proyecto Mayhem, escritor de graffiti con el sobrenombre de “Zontiac” y escribo algunas poesías… también, he trabajado de camarero.

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       ¿Cuánto pesa una buena exposición?
       La calidad de una obra puede medirse. La influencia que un autor ejerce con su trabajo entre sus coetáneos, y en las generaciones futuras, así como las veces que resulta citado en medios impresos son dos criterios objetivos que autentifican el valor creativo o “su peso” en la historia. A nivel de calle, una exposición u obra específica pesa más en la medida en que ejerce, sobre la memoria particular del espectador y en la colectiva, un calado y, con ello, una duración en el tiempo. Calidad y buenos resultados son una misma cosa y éstos “se ven a largo plazo” –una afirmación de Jabi Machado (Sevilla, 1961), uno de los artistas premiados en el 28 Certamen Nacional de Arte Contemporáneo Ciudad de Utrera 2007. Le conozco desde hace muchos años. Después de la inauguración, mi pregunta reflejó una enorme curiosidad: ¿vives de la pintura? Siendo Jabi Machado uno de los muchos artistas que no pertenece al reducido círculo de “los elegidos” por el sistema dominante del mercado del arte, es uno de los pocos que vive de su trabajo como pintor. El quid de su mantenimiento está centrado en los equilibrios ejercidos a lo largo de su carrera: ha sabido salvaguardar la esencia de su trabajo del gobierno regido por la subjetividad del Otro, al margen de ser aceptado en la medida que se haya decidido. Su obra Pruébese unas orejas, 2006 (figura 5), parece hablarnos de lo que frecuentemente olvidamos: saber escuchar. Su discurso no es, en modo alguno, moralista. Coincide con el de Curro González al afrontar la realidad con ironía y crítica. Unas orejas para cada momento, para retener o impedir, si están inhabilitadas, lo que desde fuera intenta mediatizarnos. Cuando la escucha se adecua a los intereses particulares del “yo” se elabora un trabajo encaminado hacia el crecimiento propio y, se rechaza aquello que lo impide.

Jabi Machado. Pruébese unas orejas, 2006. Óleo sobre tela, 114 x 114 cm.

       Terminar con Gordillo será efectivo.
       En una entrevista televisiva, al día siguiente de recibir el galardón, dijo: “lo mejor que se puede decir de mi obra es que es coherente”. Se refería a una declaración que sobre su trabajo había manifestado Antonio López, uno de los miembros del jurado. “No es gran cosa lo que se elige. Ni el momento de nacer, ni el nombre que llevamos, ni el color de los ojos ni aquellos que más tarde nos herirán por haberlos amado” (4),… tampoco podemos determinar las opiniones del Otro. ¿Cuántos malabarismos tendrá que hacer cada uno de los artistas jóvenes integrantes de esta exposición para lograr mantenerse con un trabajo coherente? ¿Qué quedará de quien, intento tras intento, sienta el rechazo de la maquinaria encargada de promocionar y difundir el arte contemporáneo? Convendría responder a estas preguntas sin mezclar “los intereses del mercado” con “la satisfacción del deseo propio”, dado que el origen de los grandes conflictos surge de la confusión de los objetivos. El estímulo permanente de la creación plástica requiere, irremediablemente, la aceptación del valor de nuestro peso corporal (una metáfora referida a lo que significa nuestro “yo”) que solo o en compañía de otros, ha de empujar para enfrentarse al descubrimiento único y verdadero: ¿Quién soy? Si se aprende a negociar, con nosotros mismos, las frustraciones producidas por la opinión del Otro, esto puede suponer un gran avance para ejercitar la continuidad del trabajo creativo; o dicho de otro modo: si no se depende de lo externo podremos transformar cada fracaso en un triunfo.

Abril-mayo de 2007, Espartinas (Sevilla).
Paco Lara-Barranco, es artista y Profesor Titular en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla.

Re-impreso del CATÁLOGO de la EXPOSICIÓN: Sturm&Drang. AN’07
EDITA: Fundación Aparejadores [ISBN: 978-84-96698-ll-6]

http://www.coaat-se.es/

(1) Equipo de redacción: “Entrevista: Luis Gordillo”, Figura, n. 0 (primavera, 1983), pp. 23-34.
(2) POWER, Kevin: “Ir a donde el ir nos lleve”. En: Los excesos de la mente. Sevilla: Edita Junta de Andalucía. Consejería de Cultura, 2002, p. 152.
(3) POWER, Kevin: “Curro González: Otra noche en vela””. En: The Gaslighter’s Nightmare. Curro González. Valencia: Edita Galería Tomás March, 1999, sin paginar.
(4) REY, Pierre: Una temporada con Lacan. Barcelona: Seix Barral, 1990, p. 103.

 

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